El hábito de la lectura facilita el aprendizaje
“No leo para saber más, sino para ignorar menos”: Sor Juana.
Uno de los problemas de aprendizaje en los alumnos del nivel básico, es el hecho de que no comprenden los textos en su totalidad por no tener un hábito de lectura; se muestran indiferentes a la sola idea de abrir un libro.
Nos ocuparemos de explicar el término lectura, como una de las habilidades que todo maestro tiene que propiciar en sus alumnos; ya que, tener hábito por leer, le permite al alumno, una mejor comprensión y aprovechamiento de los temas estudiados.
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Leer es un verbo cuya acción se refiere a interpretar signos y comprender su significado; pero no hablamos aquí de este tipo de lectura, sino al hecho de leer conscientemente, comprendiendo lo que se lee e interpretando el mensaje de su autor.
La lectura es una actividad maravillosa y completa. Es divertida, sirve para aprender, desarrollar la imaginación. Una persona que lee puede hablar de diferentes temas, de política, de historia y por supuesto de literatura; es una persona culta. Conoce diferentes vidas, viaja a lugares lejanos en tiempo y espacio, además de relacionarse con gente maravillosa que habita en los libros.
Todo alumno debe desarrollar su habilidad lectora; distinguir los diferentes tipos de texto y la manera de leerlos, ya que, no es posible lee de igual forma un texto informativo de uno literario. Estas estrategias de lectura, nos deben ser explicadas por nuestros maestros en el nivel básico: primaria y secundaría.
Leer correctamente, además de respetar los signos de puntuación, significa comprender lo leído, interpretarlo y poder expresar su contenido con palabras propias del lector, ya no las del autor.
Para obtener una buena lectura de comprensión el alumno, debe saber cómo identificar las ideas principales, buscar el significado de palabras que desconozca. Puede valerse de las características de la nota periodística, plantearse preguntas que se refieran al contenido como son: qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué. La respuesta a estas cuestiones favorecerá a la captación completa del texto, pues la técnica ayuda a identificar la idea central.
Desde el punto de vista del adolescente, es lógico suponer que se mostrará apático ante la posibilidad de leer un buen libro, más aún si dicho libro es voluminoso. Daniel Pennac, considerando lo anterior, establece en “Los derechos del lector” la oportunidad de “no leer” como el principal elemento de su decálogo.
Si el alumno de primaria o de secundaria logra una buena comprensión lectora, le será más fácil desarrollar su expresión oral y desde luego la expresión escrita; aunque éstas requieren de otras habilidades complementarias.
En el caso de la expresión oral, podrá tener más cuidado en las palabras que utiliza, su tono de voz, la dicción y entonación en la emisión de sus mensajes, tratará de que éstos sean más claros y coherentes.
La expresión oral puede favorecerse con la participación del alumno en exposiciones orales, tanto individuales como en equipo, con su intervención en debates y mesas redondas; para lo cual, tendrá que investigar, preparar el tema, documentarse, organizar las ideas, elaborar material que apoye su exposición, interpretar el tema en cuestión, teniendo como base la lectura.
Quienes han desarrollado su habilidad de expresión oral, no titubean al momento de emitir una opinión o pararse frente al grupo a dar una clase; el conocimiento del tema, les dotará de la seguridad que necesitan. En cambio, cuando un alumno no participa en esta y otras actividades es, porque no se siente seguro; piensa que cometerá un error y decide permanecer apático, lo que obviamente perjudica su resultado de evaluación.
Desarrollar en el alumno un buen hábito de lectura no es la única opción para superar los problemas de aprendizaje. Existen otras habilidades que debemos tomar en cuenta como: la resolución de problemas, la observación, el planteamiento de preguntas y su posible explicación, el uso de la información, la formación de actitudes y valores, entre otras.
Es de suma importancia formar en la conciencia de nuestros alumnos, el interés por la lectura, pues sólo leyendo le será más fácil desarrollar otras habilidades y se corregirán en parte, algunos de sus problemas de aprendizaje.
¡Pongámonos a leer!