Tanto empresas como personas físicas, en todos los regímenes, deben estar inscritos ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT) como contribuyentes. Para esto, se necesita contar con un RFC (Registro Federal del Contribuyente) y con la homoclave, lo cual, es indispensable para evitar sanciones o multas

¿Qué es el RFC?

El RFC es la clave que se usa para el pago de impuestos en México al ser la asignada para detectar a todas las personas físicas como morales que tengan actividades con una obligación tributaria.

Aplica tanto para trabajadores que cuentan con un salario en el sector público y privado, como para aquellos que son contratados para laborar de manera independiente (freelancers). Esta clave está conformada por números y letras de identificación.

En cuanto a la homoclave, son tres dígitos diferenciadores que se crean automáticamente al darse de alta en el SAT.

Por lo cual, son 13 caracteres los que conforman el RFC con homoclave para las personas físicas. Los primeros cuatro son las iniciales del nombre de la persona, seguido de seis dígitos con la fecha de nacimiento por día, mes y año y los últimos tres corresponden a la homoclave.

13 caracteres integran el RFC de personas físicas. Incluye iniciales de nombre, fecha de nacimiento y homoclave pic.twitter.com/3j6J4Vhy4A

— SATMX (@SATMX) October 16, 2013

¿Para qué sirve?

El RFC con homoclave es necesario para realizar diferentes trámites ante el SAT. En estos se encuentra la administración de una cuenta del SAT, el pago de impuestos, el poder realizar transacciones electrónicas, acceso a seguro social, becas y para adquirir bienes inmuebles, solicitar créditos bancarios, entre otros.

Al ser un elemento diferenciador, la homoclave le permite al organismo distinguirse de otras personas en caso de que exista alguien homónimo, es decir que tenga el mismo nombre, y que por coincidencia también haya nacido en el mismo día.

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