Casas de playa en la rivera del Mar de Cortés en Municipios de Culiacán y Navolato
Conoce las playas Altata, Yameto, Las águilas, Avándaro, el Tetuán y El Vigía donde podrás tener tu casa de playa
Culiacán, Sinaloa.- Descubre los lugares para casas de playa en los municipios de Culiacán y Navolato, con hermosos escenarios en la Rivera del Mar de Cortés. Asómate a las playas de Altata, Yameto y El Vigía, donde se finca un nuevo segmento de viviendas recreativas y permanentes.
Los municipios de Culiacán y Navolato tienen un litoral de 119 kilómetros frente al Mar de Cortés, con una diversidad de paisajes conformados por barras arenosas, islas con vegetación de manglar, esteros, lagunas costeras, bahías, ensenada, pantano y hermosas playas de mar abierto.
La franja rivereña de estos dos municipios del centro de Sinaloa se ha constituido en un agradable entorno donde se desarrollan cotos inmobiliarios de gran interés para familias de la ciudad de Culiacán y la región.
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Casas de playa en Altata
La Bahía de Altata es el segundo destino turístico de playa más importante de Sinaloa. Se conforma por una barra arenosa con una hermosa playa de mar abierto de 38 Kilómetros, donde se desarrolla uno de los destinos de vivienda de playa más importantes del centro de Sinaloa. Al principio a esa playa se le llamó Nuevo Altata, y luego se le conoce como Isla Cortés.
Se extiende desde la Boca Yameto o Punta Yameto, hasta la Boca de la Tonina al sur, dando acceso de agua marina a la Ensenada de Pabellones y la Bahía de Altata, y recibe descargas del pantano de Chiricahueto.
Desde mediados del siglo pasado la bahía de Altata empezó a cobrar interés para vivienda de playa cuando empresarios, agricultores y políticos empezaron a fincar viviendas hacia el sector Las Águilas al poniente del campo pesquero y en sentido en el oriente, el desarrollo de viviendas de playa conocido como Avándaro, el Tetuán y el Tetuán Nuevo.
La playa de Altata se compone de una extensión de 9 kilómetros sobre el litoral de la bahía hacia el poniente, es una línea de playa de baja profundidad, con aguas quietas. Desde sus inicios se le llamó Playa Las Águilas y ha tenido un rápido crecimiento. Las viviendas de playa se extienden por toda la franja del litoral sobre la línea con vista al mar, teniendo a espaldas una calle de acceso en condición de terracería. La mayoría de sus predios son de 20 por 40 metros, y tiene una franja a espaldas con alto potencial de seguir creciendo. En esta playa se ubican más de 250 viviendas campestres.
Esta franja de playa se compone de viviendas con mayor plusvalía por sus características de excelentes materiales y vista al mar. La mayoría son viviendas con finos acabados de tipo campestre. Algunas viviendas tienen embarcaderos privados con remate sombreado a base de palapas techadas de hojas de palmera.
Isla Cortés/Nuevo Altata.
Este destino es un desarrollo que está teniendo un crecimiento especializado para casas de playa, con cotos de tipo residencial en áreas privadas. Es el que cuenta con mejor equipamiento de servicios y pavimentación, ya que diversas desarrolladoras y constructoras encontraron un nicho de mercado para familias que pueden hacer de este lugar su residencia definitiva junto al mar.
Para facilitar el acceso a lo que han llamado Isla Cortés, inicialmente se generó un puente que traviesa el estero del Pailebote para conectar con la playa de mar abierto.
El primer asentamiento (Fraccionamiento Miramar Villas), aún en desarrollo, cuenta con más de 200 viviendas con estructuras de dos plantas a modo residencial, teniendo como referente el acceso a la Marina y Club de Yates Isla Cortés.
Otra sección se encuentra en la playa de olas altas, equipada con una escollera rompe olas, y servicios de integrales de urbanismo. Tiene 145 viviendas desarrolladas y disponibilidad para seguir creciendo. Algunas viviendas son de libre arquitectura y otras con fachadas semejantes. Se conforma de una estructura de frente lineal y otra con formas de tipo helicoidal con lagos al centro.
Siguiendo el recorrido de la franja de olas altas, al sur existe otros lotes en desarrollo, el primero con 23 viviendas; otro con 11 y otro espacio con 5 líneas de salientes con casas de playa frente al mar.
El conjunto de viviendas de playa de la Isla Cortés en la Bahía de Altata, es la que mayor plusvalía está cobrando por ser apenas el inicio de un complejo residencial que está logrando grandes ventas de espacios para vivienda recreativa o permanente.
El Tambor
Las playas de El Tambor, a pesar de que es uno de los destinos más abiertos al turismo, ha tardado en desarrollar vivienda de playa. Actualmente sólo tiene menos de 50 viviendas. Cuenta con un trazo lotificado con oportunidad para nuevas residencias.
Yameto
Las playas de Varadito o Punta Yameto, se encuentran en la boca del mismo nombre. Inició su formación como campo pesquero y luego se perfiló como zona exclusiva de playa para familias notorias del ámbito político y empresarial de Sinaloa. Tiene unas 52 construcciones de elegante estructura extendidas sobre una playa de 3 kilómetros y dispone aún de amplio espacio para seguir creciendo. La zona tiene como ventaja el acceso a la navegación para agua profundas o hacia el interior de la Bahía de Santa María.
Avándaro es una franja de playa de cara a la bahía de 750 metros, que tiene a espaldas una pequeña ensenada, con un litoral de viviendas de igual dimensión. La línea frontal de casas se distribuye en su mayoría en terrenos de 10 por 40 metros, acumulando unas 56 viviendas con vista directa al mar, y unas 69 viviendas al interior. Las cuadras subsiguientes quedan en interior en un terreno irregular sin trazo ordenado de sus cuadras, pero con terrenos más espaciosos.
Las casas construidas en este sector de playa de Altata son de materiales duraderos a base de bloques de arena, ladrillos, techos sólidos de concreto y área recreativa de traspatios con palapas de palmera o techumbres ligeras. Debido a la alta plusvalía que ha tenido el destino, muchas de sus viviendas están en reventa.
Tetuán Nuevo
La playa de El Tetuán Nuevo se extiende por un litoral de 2.5 kilómetros a espaldas de la playa de Avándaro y tiene a espaldas una zona intensa de manglar. Es una franja arenosa delgada, con un ancho de 200 a 450 metros, donde apenas tiene 3 calles irregulares a lo largo del conjunto habitacional y se distribuyen unas 300 viviendas de playa. La porción de mar que tiene al frente es una extensión de ensenada con aguas muy someras y de escasas olas. Sus construcciones en su mayoría son de materiales sólidos y predios sólo con palapas de palmeras o techumbres frágiles. En El Tetuán hay una limitada dinámica de venta de predios y viviendas.
El Tetuán Viejo
Es una pequeña punta conformada de sedimentos de 700 metros de ancho en forma de semicírculo, que tiene a los lados una cobertura de vegetación de manglar. El centro habitacional se compone de unas 40 casas a orilla de playa con vista al mar y unas 93 viviendas al interior.
Es un lugar preferido por su dominante selva de manglar y sus aguas someras alrededor de esteros, con ausencia de olas. Sus viviendas de playa en su mayoría están construidas con materiales sólidos a base de ladrillos, de bloques de arena y concreto con techos sólidos. Es un destino que aún dispone de terrenos para nuevas viviendas, y con posibilidades de vivienda de reventa.
Playa Ponce y El Vigía
Playa Ponce y El Vigía representan un tramo de 7 kilómetros en la rivera del Mar de Cortés que corresponde al municipio de Culiacán, que a su vez se extienden por una barra arenosa de 78 kilómetros de la Península de Lucenilla y la Península de Quevedo.
Playa Ponce es el balneario más popular del municipio de Culiacán, y pese a que tiene décadas con reparto de los lotes del litoral, tiene sólo 32 viviendas de playa. La mayoría de las construcciones son frágiles a base de palapas de hojas de palmera-
En tanto, la playa El Vigía se inició con una invasión de la zona federal ocupando 4 kilómetros de orilla de playa con 107 frágiles viviendas armadas mayormente con hojas de palmera (tipo palapa).
Ambas playas tienen un gran potencial como destinos para vivienda recreativo o permanente, pero su crecimiento se ha frenado por la falta de servicios públicos como agua y energía eléctrica.