El Árbol de la Filantropía es un símbolo de generosidad en la Plazuela Obregón
La importancia de cultivar valores como la generosidad y solidaridad representados por el Árbol de la Filantropía
El Árbol de la Filantropía, ubicado en la Plazuela Obregón en el centro de Culiacán, es un símbolo vivo del esfuerzo y la generosidad del pueblo sinaloense.
Aunque muchos lo ven a diario al pasar por la plazuela, pocos conocen la historia y el profundo significado que tiene este árbol para la comunidad.
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Un símbolo de unión
El árbol fue plantado el 27 de noviembre de 2003, durante los festejos de la Junta de Asistencia Privada (JAP) de Sinaloa, como parte de una iniciativa para representar la unión y la filantropía de los sinaloenses.
La idea fue impulsada por el entonces presidente de la JAP, Jorge Julián Chávez Murillo, quien buscaba un símbolo tangible que encarnara la generosidad que caracteriza al estado.
Para llevar a cabo este proyecto, solicitó al fundador del Jardín Botánico de Culiacán, Carlos Murillo, que donara una especie especial, y así fue como llegó este árbol tropical originario de la India.
“Queríamos un árbol que fuera único, que representara la fortaleza y la vida. No queríamos cualquier árbol”, explicó Chávez Murillo.
Un árbol especial para representar a Sinaloa
La elección no fue casual, ya que este árbol, además de ser una de las especies más bellas de los trópicos, también simboliza la capacidad de crecer y prosperar en cualquier entorno, tal como lo ha hecho en la Plazuela Obregón.
Uno de los aspectos más emotivos de este proyecto fue el acto simbólico durante la plantación del árbol.
Un actos simbólico de unidad
Para nutrirlo, se utilizó tierra proveniente de los 18 municipios de Sinaloa, lo que reflejaba el deseo de unir a todo el estado bajo un mismo símbolo de generosidad y solidaridad.
“Queríamos que la tierra de cada municipio nutriera este árbol, que en ese tiempo era solo una plantita”, recordó Chávez Murillo. Este gesto se convirtió en un símbolo del esfuerzo colectivo, reflejando que, al igual que este árbol, la filantropía crece y florece cuando se alimenta del apoyo y el trabajo conjunto de todos.
Este árbol se ha convertido en un digno representante filantrópico
A lo largo de 21 años, el Árbol de la Filantropía ha crecido y se ha convertido en una parte esencial de la Plazuela Obregón, gracias al cuidado del municipio de Culiacán y de las Instituciones de Asistencia Privada que forman parte de la JAP.
Hoy en día, su imponente presencia en la plazuela es un recordatorio constante de los valores que une a los sinaloenses: generosidad, solidaridad y compromiso con el bienestar de la comunidad.
Más allá de ser un simple ornamento urbano, el Árbol de la Filantropía encarna la importancia de cultivar estos valores a lo largo del tiempo.
Este árbol es como un símbolo que demuestra que, cuando se siembran con el corazón, pueden crecer y convertirse en símbolos duraderos de esperanza y unión.
El Árbol de la Filantropía sigue siendo un ícono de Culiacán, un ejemplo de que cuando las raíces son fuertes y están bien nutridas por la solidaridad, el crecimiento es inevitable.