Profeco comparte método a la hora de comprar huevos y la forma de conservarlos
Profeco comparte el método de como saber elegir al comprar y cual es la forma que se de tratar para la conservación del huevo
México. – Uno de los alimentos esenciales de la canasta básica, el huevo una proteína usada para la elaboración de alimentos. Al ser muy cotizado, Profeco comparte un método para, saber elegir bien al comprar este producto y la forma a seguir para su conservación.
A través de un comunicado, la organización comparte el método a seguir, para la conservación del huevo. además de prestar bien atención, de como elegir bien al comprar este alimento en cualquier lugar.
Es por ello, por lo que Profeco resalta, la importancia del cuidado de los alimentos, por el bienestar del consumidor.
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Método de como elegir al comprar huevos en cualquier lugar
Al momento de que el consumidor vaya a comprarlos, debe asegurarse en elegir que la cascara este intacta y limpia.
Una forma de saber si los huevos ya no están frescos, al momento que estos se rompan la clara se desparrama, y tenga una apariencia acuosa.
Se debe procurar guárdalos en su empaque o, en su defecto, alejados de otros productos que puedan pegarle su olor.
Método de conservación del huevo
En cualquier supermercado o puntos de venta, los huevos tienen que estar conservados en temperatura ambiente, y una vez que estos sean adquiridos por el consumidor. De preferencia guardarlos en el refrigerador, y que se mantenga en una temperatura fría.
Este alimento no debe de lavarse antes de meterlo al refrigerador, sino más bien hacerlo justo antes de cualquier preparación.
No se debe dejar los huevos ni los alimentos preparados con ellos a temperatura ambiente, hay que refrigerarlos.
Puntos que hay que tener en cuenta al momento de la preparación del huevo
Los huevos pueden, actuar como un transportador de patógenos y causar contaminación cruzada entre los alimentos o en otras preparaciones de los platillos.
Por lo cual antes de cualquier manipulación, es más convincente lavarse las manos, así como todos los utensilios utilizados en la preparación, incluidos también los trapos de cocina.
Durante el proceso de preparación, se aconseja utilizar las piezas que ya se hayan sobrepasado la fecha de caducidad o de consumo preferente.
Al separar la yema de la clara no debe hacerse con la ayuda de la cáscara porque, en ella, hay patógenos que pasan con facilidad a la parte comestible del huevo.
Una vez que el huevo este roto, se debe revisar que este no desprenda un olor desagradable y que clara sea transparente. De no ser así, puede ser indicador de un posible crecimiento bacteriano y, por tanto, no se debe consumir.
