La escasez en el abastecimiento de agua en Nuevo León es una de las principales preocupaciones de los habitantes del estado. Fue hace poco más de un año que sufrimos una sequía que afectó el acceso al agua de una gran parte del estado. Aún hoy en municipios como Santa Catarina es complejo el acceso a este recurso básico. 

Sin embargo, las sombras de la incertidumbre están empezando a disiparse. La inversión que se ha hecho en la infraestructura hídrica del estado está empezando a dar frutos. El acueducto el Cuchillo II es uno de los proyectos que buscan ayudar a reducir el estrés hídrico del estado, está muy cerca de inaugurarse. El sistema arrancó operaciones el 13 de septiembre, de acuerdo con el Gobernador del Estado Samuel García. 

La estructura, con un diámetro de 2.13 metros y una longitud impresionante de 93 kilómetros desde China, Nuevo León, es una muestra del poder de la colaboración y la planificación estratégica. Su sistema de bombeo, compuesto por cinco plantas ubicadas estratégicamente a intervalos de 20 a 25 kilómetros, garantiza la eficiencia y confiabilidad en el suministro. Con seis bombas en cada planta, cinco de ellas transportarán el agua desde la Presa El Cuchillo hasta la Potabilizadora San Roque, mientras que la sexta estará en reserva en caso de eventualidades.

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Con un costo de aproximadamente 10 mil 444 millones de pesos, la financiación conjunta entre el Estado y la Federación resalta el compromiso con el bienestar de la comunidad. La inversión adicional anunciada por la Federación subraya la importancia que se le otorga a esta obra vital. 

El impacto es innegable: se duplicará la cantidad de agua transportada, pasando a 10 mil litros por segundo. Esto significa un acceso sostenible y garantizado al recurso para los próximos 10 años. Además, el proyecto generó empleos para 2 mil 163 personas, evidenciando su impacto positivo en la economía local.

El acueducto El Cuchillo II se erige como un testimonio de cómo la colaboración, la planificación y la voluntad pueden unirse para resolver desafíos apremiantes. Hay que destacar el tiempo récord en que se construyó el proyecto. La obra no solo satisface las necesidades de hoy, sino que allana el camino hacia un futuro más próspero y sostenible para Monterrey y sus habitantes.

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Pero este no es el único paso que se está dando en la dirección correcta. Otras iniciativas, como la construcción de la Presa La Libertad para complementar el abastecimiento de agua en la zona metropolitana, el reforzamiento de cuatro kilómetros del acueducto Cerro Prieto-Monterrey y la expansión de la capacidad de la potabilizadora San Roque, subrayan el compromiso continuo por garantizar el acceso universal al agua en Nuevo León.