Las remesas son un pilar para la economía de Chiapas, Guerrero y Michoacán
Las remesas juegan un papel crucial en la economía de estados como Chiapas, Guerrero y Michoacán, superando el presupuesto público estatal en algunos casos.
Las remesas han adquirido un papel central en la economía de varios estados de México, representando una fuente de ingresos crucial para las familias y una palanca económica en algunas de las entidades federativas más empobrecidas del país.
Según el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), estos flujos de dinero, enviados por mexicanos que viven en el extranjero, han cobrado mayor relevancia en los últimos años, particularmente en estados como Chiapas, Guerrero y Michoacán.
Estos estados, donde las remesas constituyen una porción significativa del Producto Interno Bruto (PIB), son testigos de cómo este recurso se convierte en un motor de sus economías locales, muchas veces incluso más importante que el presupuesto público estatal.
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Las remesas como motor económico local
México se ha consolidado como el segundo mayor receptor mundial de remesas, después de la India, y aunque estos ingresos representan solo un 3.5% del PIB nacional, su impacto varía considerablemente dependiendo de la entidad federativa, explica un reporte del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos.
Ingresos por remesas como porcentaje del PIB:
- Chiapas: 15.6%
- Guerrero: 13.8%
- Michoacán: 10.9%
- Zacatecas: 10.6%
- Oaxaca: 9.8%
- Nayarit: 7.1%
- Guanajuato: 6.8%
- Morelos: 6.0%
- Durango: 6.0%
El CEMLA subraya que en algunas regiones, las remesas representan un porcentaje mucho mayor del PIB, especialmente en los estados con menores niveles de desarrollo económico y producto per cápita.
Este es el caso de Chiapas, Guerrero y Michoacán, donde las remesas no solo ayudan a sostener a las familias receptoras, sino que contribuyen significativamente a la actividad económica en estos estados.
De acuerdo con los datos proporcionados por CEMLA, las remesas de trabajadores migrantes representan un 15.6% del PIB de Chiapas, un 13.8% del PIB de Guerrero y un 10.9% del PIB de Michoacán. Estas cifras colocan a estos estados entre los más dependientes de este flujo de dinero en comparación con el resto del país.
Esta dependencia es tan pronunciada que, en algunos casos, las remesas superan el presupuesto público estatal, actuando como un motor económico de gran peso.
Remesas y presupuesto público
Un estudio adicional de BBVA refuerza esta perspectiva al mostrar que en estados como Michoacán, las remesas representan casi el 100% de los ingresos públicos del estado.
Específicamente, en Michoacán las remesas equivalen al 96.7% de los ingresos brutos del estado, una cifra impresionante que refleja hasta qué punto este recurso se ha vuelto esencial para la estabilidad económica.
Otros estados con una dependencia considerable de las remesas incluyen Guanajuato y Zacatecas, donde las remesas representan el 80.6% y el 76.6% del presupuesto público, respectivamente.
Este fenómeno se observa también en los estados con mayores flujos de remesas, como Oaxaca, Zacatecas y Guerrero, donde los hogares se benefician de estos envíos, lo que impulsa el consumo y, por ende, el crecimiento económico local.
Para estos estados, las remesas se han convertido en un complemento vital de los ingresos públicos, influyendo de manera decisiva en su dinámica económica.
Chiapas, el receptor más joven de remesas
Un aspecto que destaca el centro de investigación Signos Vitales, liderado por Enrique Cárdenas, es el crecimiento explosivo de Chiapas como receptor de remesas.
Apoyado con cifras del Banco de México, el análisis detalla que entre enero de 2020 y septiembre de 2024, las remesas enviadas a Chiapas alcanzaron los 13,778 millones de dólares, lo que representa un aumento notable respecto a los 3,734 millones de dólares enviados durante el periodo de 2015 a 2019.
Esta tendencia refleja un fenómeno en el que Chiapas se ha convertido en uno de los principales beneficiarios de este recurso, especialmente en los últimos cuatro años, lo que ha sido catalogado como un "salto" en su posicionamiento como receptor de remesas.
Este incremento se puede atribuir no solo a la migración de mexicanos hacia los Estados Unidos, sino también a la creciente recepción de remesas intrarregionales, ya que Chiapas es un estado de tránsito para muchos migrantes centroamericanos que envían dinero a sus hogares.
Sin embargo, este crecimiento ha experimentado una desaceleración en los últimos meses.
Según el Banco de México, en octubre de 2024 las remesas a Chiapas cayeron un 1.6% respecto al mismo mes del año anterior, lo que refleja una tendencia más generalizada en el país, en la que las remesas han mostrado una desaceleración desde noviembre de 2023.
Desaceleración de las remesas
La desaceleración en los envíos de remesas ha sido una preocupación para algunos analistas, quienes señalan que factores estructurales como la situación laboral de los migrantes mexicanos en Estados Unidos y los cambios en las políticas migratorias podrían estar influyendo en esta tendencia.
El economista de Coface, Marcos Carías, advierte que si el flujo de remesas disminuye de manera significativa, esto podría impactar negativamente en el consumo interno, un motor crucial del crecimiento en muchas de estas economías regionales.
A pesar de esta desaceleración, las remesas siguen siendo un pilar fundamental para estados como Chiapas, Guerrero y Michoacán.
Los hogares en estos estados dependen en gran medida de estos recursos para cubrir sus necesidades básicas y mantener sus niveles de consumo. Esto hace que las remesas no solo sean un alivio temporal para las familias, sino una pieza clave en la estabilidad económica de estas entidades.