Cacao y café, los commodities agrícolas más rentables del 2024
El cacao y el café destacan como los commodities agrícolas más rentables de 2024, impulsados por la escasez de producción y el cambio climático
En 2024, los commodities agrícolas vivieron una serie de fluctuaciones que dejaron claro cuáles fueron los productos más rentables del año. Entre los grandes ganadores, el cacao y el café se destacaron con incrementos significativos en sus precios, convirtiéndose en dos de los productos más cotizados en los mercados internacionales.
En contraste, la soja, un producto clave para varios países latinoamericanos, sufrió una notable caída.
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Cacao: un récord impulsado por la crisis de producción
El cacao fue, sin lugar a dudas, el commodity agrícola más destacado en 2024, según un listado publicado por el sitio web TradingEconomics.
A lo largo del año, su precio subió un asombroso 135%, alcanzando niveles históricos. Aunque experimentó una caída hacia finales de diciembre, su cotización seguía siendo elevada.
A finales del mes, el cacao se mantenía por encima de los 9 mil 870 dólares por tonelada, cerca de su pico de 12 mil 605 dólares por tonelada en diciembre.
Este aumento en los precios se debió a varios factores, siendo el más relevante el déficit de producción en los principales países productores, como Costa de Marfil y Ghana. En particular, las malas cosechas y la sequía afectaron gravemente la oferta global, lo que llevó a una escasez que impulsó los precios.
Durante la temporada 2023-2024, el mercado global del cacao experimentó su mayor déficit en más de 60 años, lo que provocó una escalada en los precios. Los analistas prevén que este déficit persista, exacerbado por el cambio climático y la escasez de fertilizantes, lo que mantendría los precios altos durante el 2025.
Este repunte en el valor del cacao fue especialmente beneficioso para varios países latinoamericanos, entre los que destacan Ecuador, Brasil y Perú, grandes productores mundiales de este grano.
Países como Colombia, República Dominicana y México (14° país productor) también vieron un crecimiento en sus exportaciones de cacao, lo que reflejó el fuerte impacto económico positivo de esta alza en los precios.
Así les fue a los commodities agrícolas en 2024:
- Cacao +135.23%
- Café +70.73%
- Jugo de naranja +54.87%
- Aceite de girasol +53.09%
- Mantequilla +28.30%
- Aceite de palma +24.29%
- Caucho +24.28%
- Té +2.10%
- Semilla de Colza +18.15%
- Leche +16.09%
- Cebada +14.91%
- Queso +13.36%
- Madera -0.78%
- Papas -2.94%
- Maíz -3.73%
- Canola -3.79%
- Lana -4.79%
- Azúcar -5.93%
- Trigo -13.05%
- Algodón -15.14%
- Avena -16.71%
- Arroz -21.48%
- Soja (Soya) -24.48%
Café, un mercado afectado por el clima y la baja producción
El café también fue un gran ganador en 2024, con un incremento de 71% en su cotización. Este aumento lo posicionó como el segundo commodity agrícola con mejor desempeño, solo por detrás del cacao.
Los precios del café arábica superaron los 3.2 dólares la libra, acercándose a los niveles récord de 3.5 dólares la libra alcanzados en diciembre.
El aumento en el precio del café estuvo impulsado principalmente por las adversas condiciones meteorológicas en los principales países productores, como Brasil y Vietnam.
La sequía en las principales regiones productoras de Brasil, especialmente en Minas Gerais, ha afectado el crecimiento de los cultivos, lo que generó grandes temores sobre el rendimiento de las futuras cosechas.
Además, los analistas prevén que la producción de café en Brasil disminuirá en un 5% interanual en la cosecha 2025-2026, debido a los efectos persistentes de las condiciones climáticas desfavorables.
La escasez de producción en Brasil, el mayor productor mundial de café, fue un factor crucial en la subida de los precios.
El gigante del café redujo su pronóstico de producción de arábica en 11 millones de sacos, lo que generó una caída en las expectativas de suministro. Esto, sumado a la creciente demanda global, especialmente de mercados emergentes, impulsó aún más los precios.
Latinoamérica, en particular, se benefició de esta alza. Brasil, el principal productor mundial, Colombia (el cuarto productor global), y Perú (séptimo productor) fueron algunos de los grandes beneficiados.
Otros países como México (13° país productor mundial de café), Honduras y Nicaragua también experimentaron un aumento en las exportaciones de café, lo que consolidó a la región como un actor clave en el comercio mundial de este commodity.
La caída de la soja, un golpe a las economías latinoamericanas
En contraste con el cacao y el café, la soja (soya) vivió un 2024 difícil. El precio de este commodity cayó un 24%, convirtiéndola en la commodity agrícola más afectada del año.
Esta caída tuvo un impacto negativo en países latinoamericanos clave como Brasil, Argentina y Paraguay, que son algunos de los principales productores mundiales de soja.
El descenso en los precios de la soja se atribuye a una combinación de factores, incluidos los problemas en la demanda global y un aumento en las reservas de este grano en países productores.
La caída de la soja contrasta con el comportamiento de otros productos agrícolas, como el cacao y el café, que siguen siendo muy relevantes para la economía regional.
Perspectivas para 2025: un año de desafíos y oportunidades
De cara al 2025, los precios del cacao y el café podrían mantenerse elevados debido a la escasez de producción y las previsiones de clima desfavorable en las principales regiones productoras.
Sin embargo, los analistas advierten que los problemas logísticos y las tensiones geopolíticas podrían afectar la estabilidad de los mercados, por lo que las expectativas siguen siendo cautelosas.
Por otro lado, la soja enfrenta un futuro incierto, con la posibilidad de una recuperación de precios dependiendo de las condiciones del mercado global y la respuesta de los productores latinoamericanos.
En resumen, 2024 fue un año de grandes altibajos para los commodities agrícolas, con el cacao y el café como los grandes vencedores, mientras que la soja enfrentó una caída significativa.
Estos movimientos marcaron un año crucial para las economías latinoamericanas dependientes de la exportación de estos productos, con la esperanza de que el 2025 traiga consigo un panorama más estable.
