¿Cómo impactarán los aranceles del 25% a México a partir del 1 de febrero?
La imposición de aranceles de EE.UU. podría afectar sectores clave como el automotriz y tecnológico, e incrementar costos e inflación en México
La Casa Blanca confirmó este martes 28 de enero que, a partir del sábado 1 de febrero, entrará en vigor la aplicación de aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá.
La portavoz del gobierno estadounidense, Karoline Leavitt, indicó que la medida se mantendrá a menos que ambos países tomen acciones concretas en temas de inmigración y tráfico de fentanilo.
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Esta decisión, impulsada por el presidente Donald Trump, podría afectar de manera significativa la economía mexicana, que depende en gran medida del comercio con su vecino del norte.
Ariane Ortiz-Bollin, Senior Credit Officer de Moody’s Rating, explicó que el impacto de estos aranceles sería “sumamente disruptivo”, afectando no solo a la macroeconomía, sino también a sectores clave del país.
Un impacto económico de gran magnitud
La experta de Moody’s Rating precisó que el comercio entre México y Estados Unidos supera los 700 mil millones de dólares anuales, con más del 80% de las exportaciones mexicanas dirigidas a este mercado.
México se ha convertido en el principal socio comercial de EE.UU., superando a China en los últimos años, detalló. Sin embargo, dijo, muchas de estas exportaciones forman parte de cadenas de suministro integradas entre ambos países, lo que hace que la imposición de aranceles tenga repercusiones profundas y amplias en ambas economías.
“El impacto será mucho más amplio de lo que muestran los números”, advirtió Ortiz-Bollin en una entrevista para Imagen TV, enfatizando que la interdependencia de los sectores industriales hace que cualquier alteración tenga efectos en cascada en distintos niveles.
Sectores más afectados
El sector automotriz y el tecnológico serán los más golpeados por estos aranceles, dijo Senior Credit Officer de Moody’s Rating.
Detalló que en la industria automotriz, las partes y ensamblajes cruzan varias veces la frontera antes de la producción final, por lo que la imposición de aranceles elevaría los costos y afectaría la competitividad de ambas naciones.
Además, el impacto se extendería al sector manufacturero en su totalidad, ya que muchas de sus operaciones dependen de la importación y exportación de componentes entre México y Estados Unidos.
En cuanto al sector primario, Ortiz-Bollin señaló que el impacto en términos del Producto Interno Bruto (PIB) sería menor, aunque no descartó afectaciones en productos agrícolas y alimentarios debido a su encarecimiento.
Consecuencias inflacionarias y del tipo de cambio
La aplicación de estos aranceles también podría generar efectos inflacionarios tanto en México como en Estados Unidos. Al aumentar los costos de importación, los productos finales se encarecerían para los consumidores, lo que podría complicar los esfuerzos de ambos países para reducir la inflación y estabilizar sus tasas de interés.
En México, esta situación podría generar una depreciación del peso frente al dólar, afectando a las empresas que dependen de insumos importados y reduciendo el poder adquisitivo de los ciudadanos, advirtió.
Impacto en el T-MEC y la estabilidad comercial
Otro aspecto clave es que estos aranceles podrían acelerar la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). De acuerdo con Ortiz-Bollin, este tema podría forzar una negociación antes del 2026, cuando estaba programada la primera revisión oficial del acuerdo.
En caso de que las tensiones comerciales aumenten, no se descarta que la discusión sobre el tratado se adelante aún más, lo que generaría incertidumbre para inversionistas y empresarios.
Además, la especialista de Moody’s indicó que la imposición de estos aranceles amplificaría los riesgos domésticos de México, sumando presión a una economía que ya enfrenta desafíos como la desaceleración del crecimiento y la volatilidad financiera global.
Preparación y respuesta ante la crisis
Dado el alto nivel de integración entre las economías de México y Estados Unidos, contrarrestar el impacto negativo de estos aranceles será complicado. Las empresas mexicanas deberán buscar estrategias para mitigar los costos adicionales, ya sea diversificando mercados, aumentando la eficiencia en la producción o negociando con proveedores alternativas más económicas.
Por otro lado, el gobierno mexicano podría explorar medidas diplomáticas y comerciales para responder a esta situación, incluyendo posibles represalias comerciales o acuerdos bilaterales que alivien la carga arancelaria en ciertos sectores estratégicos.