Cómo afecta a México y Latinoamérica la orden de Trump para eliminar la ayuda de USAID
La eliminación de la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE.UU. afectará temas clave como seguridad, economía y ayuda humanitaria en países de Latinoamérica
La administración de Donald Trump ha dado un golpe sin precedentes a la política exterior de Estados Unidos al ordenar la eliminación de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), una orden que afectará programas clave en seguridad, desarrollo económico y asistencia humanitaria en varios países de América Latina, México entre ellos.
La decisión, que forma parte de una congelación generalizada de la ayuda exterior, ha generado alarma tanto a nivel global como en América Latina, donde los países beneficiarios podrían enfrentar graves repercusiones económicas y sociales.
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Las repercusiones en México
México, aunque no está entre los principales receptores de USAID, ha utilizado estos fondos en programas clave para combatir el crimen organizado y fortalecer el Estado de derecho.
A través de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL), USAID ha financiado el desarrollo de instituciones de seguridad y justicia en el país.
Paradójicamente, al eliminar estos programas, la administración Trump también estaría debilitando sus propios esfuerzos por frenar la migración ilegal y el tráfico de drogas, dos de sus principales preocupaciones en la relación bilateral con México, y así lo destaca la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola, por sus siglas en inglés).
Sin estos fondos, se podrían ver afectadas las capacidades de las autoridades mexicanas para combatir el crimen transnacional, lo que a largo plazo podría traducirse en un incremento de la inseguridad tanto en México como en la frontera con Estados Unidos.
El impacto en América Latina
La eliminación de USAID podría frenar proyectos clave en la región. En Colombia, por ejemplo, la asistencia humanitaria y los programas de gobernanza podrían verse comprometidos, afectando directamente a comunidades rurales y excombatientes en proceso de reinserción.
En Haití, donde la crisis política y la pobreza extrema han convertido la ayuda internacional en una línea de vida, la interrupción del financiamiento de USAID podría agravar la crisis humanitaria.
Venezuela, que ha recibido importantes fondos para asistencia humanitaria y salud, también se vería afectada, dificultando el trabajo de organizaciones internacionales en la atención a refugiados y el suministro de medicinas.
Guatemala y Honduras, que dependen de estos fondos para programas de respuesta a emergencias y desarrollo agrícola, enfrentarían retrocesos significativos en sus economías y niveles de seguridad alimentaria.
El fin de una era: qué es USAID y cuál era su impacto
Fundada en 1961, USAID se ha consolidado como un pilar del "soft power" estadounidense, proporcionando asistencia humanitaria y promoviendo el desarrollo económico en países en crisis.
En 2023, esta agencia distribuyó un total de 42,000 millones de dólares en ayuda global, con América Latina recibiendo aproximadamente 1,700 millones. Los recursos han sido fundamentales para iniciativas de gobernanza, derechos humanos, agricultura, salud y estabilidad democrática.
Con la eliminación de USAID, los países que dependen de estos fondos podrían verse afectados de manera severa. Entre las naciones más beneficiadas en la región se encuentran Colombia (389 millones de dólares), Haití (316 millones), Venezuela (205 millones), Guatemala (178 millones) y Honduras (144 millones).
La decisión de Trump amenaza con desestabilizar los esfuerzos de desarrollo en estos territorios, especialmente en aquellos donde la pobreza, la violencia y la migración masiva ya son problemas críticos.
Reacciones y consecuencias a futuro
La decisión de Trump ha generado una ola de reacciones a nivel mundial. Líderes políticos, organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales han expresado su preocupación ante la posibilidad de que USAID, una institución clave en la diplomacia y asistencia humanitaria, desaparezca.
Si bien el Departamento de Estado ha tomado medidas para excluir ciertos programas críticos de la congelación, la incertidumbre persiste. Organizaciones de la sociedad civil en América Latina han comenzado a reducir operaciones, despedir personal y reconsiderar proyectos a largo plazo.
El impacto podría ser devastador, no solo en los países beneficiarios, sino también en la posición global de Estados Unidos como líder en asistencia humanitaria y cooperación internacional.
Con la eliminación de USAID, la administración Trump apuesta por un enfoque más aislacionista y pragmático, reduciendo el alcance de la política exterior estadounidense.
Sin embargo, la medida podría resultar contraproducente, generando más inestabilidad en la región y afectando directamente a los intereses de Estados Unidos en el mundo.