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Rocky y Hedy: las mascotas del Nakayama que viven en un mural

Arte y cariño se unen en el Parque Nakayama para rendir tributo a sus fieles mascotas

25 abril, 2025
Rocky y Hedy se han ganado el corazón de los vecinos en la colonia Nakayama y de los visitantes al parque.
Rocky y Hedy se han ganado el corazón de los vecinos en la colonia Nakayama y de los visitantes al parque.

En la colonia Nakayama, dos entrañables figuras peludas han conquistado más que las bancas y senderos del parque local: ahora también son protagonistas de un colorido mural que decora los baños públicos del lugar.

Rocky y Hedy, dos perros adoptados por la señora Mayté Olivas, presidenta del Comité de Vecinos, y su esposo Manuel “Meni” Valenzuela, se han convertido en símbolo de cariño, comunidad y cuidado animal.

El mural hecho en honor al cariño colectivo hacia Rocky y Hedy se encuentra en el Parque de la colonia Nakayama.

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La llegada de Rocky al barrio

Rocky, un labrador juguetón de ocho años, llegó a la vida de Mayté cuando apenas tenía dos meses.

Desde entonces, ha sido un habitante habitual del parque, donde convive alegremente con niños y vecinos, y suele ser visto descansando sobre las bancas o jugando con botellas. Su nobleza y simpatía lo han hecho querido por todos.



Hedy, por su parte, fue abandonado en el parque siendo apenas un cachorro. Llegó en condiciones difíciles, alimentándose de basura y restos en las calles. Por esa razón, cuenta Mayté entre risas, se ganó el nombre de “Hedy”, por oler mal.

Hoy, tras ser rescatado y cuidado, Hedy se ha convertido en parte de la familia y del parque, ya limpio, saludable y con visitas regulares al veterinario.


Rocky y Hedy conquistan el corazón de los muralistas

El mural fue creado por jóvenes artistas locales dentro del programa “Vamos a Pintar”, en colaboración con Parques Alegres. La inspiración surgió de la conexión entre los perros y los propios muralistas: mientras pintaban, los canes los acompañaban a diario, descansando junto a ellos y siguiéndolos hasta sus autos. Fue entonces que decidieron inmortalizarlos.

“Nos dijeron: ‘Vamos a pintar a los perritos, porque son muy amigables’”, recuerda Mayté. Así, a Rocky lo representaron de pie junto a un pino, y a Hedy lo capturaron en una foto espontánea para retratarlo en el mural.


Rocky es un labrador que tiene alrededor de 8 años, es cuidado por la señora Mayté Olivas, presidenta del Comité de Vecinos de la colonia.

Hoy, ambos perros son parte del imaginario colectivo del sector. Quienes caminan por el parque los saludan, les ofrecen agua o los reconocen desde lejos como “los perritos del Nakayama”.

La historia de Rocky y Hedy no solo embellece un espacio público, sino que refleja el poder de la empatía y la convivencia entre comunidad, naturaleza y arte.





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