Lego: De un pequeño taller a empresa de juguetes más grande del mundo
Uno de los juguetes más populares, con presencia al por mayor en las listas de deseos navideñas de personas de todas las edades, tras la marca Lego hay una historia de trabajo duro, resiliencia y creatividad
Uno de los juguetes más populares, con presencia al por mayor en las listas de deseos navideñas de personas de todas las edades, tras la marca Lego hay una historia de trabajo duro, resiliencia y creatividad.
Sus inicios
Abriendo con un dato curioso acerca del nombre de la marca, Lego proviene de la abreviación de las palabras danesas “leg godt”, que se traducen como juega bien.
Iniciando en un pequeño taller de carpintería en 1932, Ole Kirk Kristiansen fundó la compañía en Billund, Dinamarca. Tras la escasez de madera a causa de la segunda guerra mundial, la empresa compra su primera máquina de inyección de plástico, dando forma al primer sistema de ladrillos apilables.
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Poco más de una década después, en 1958 para ser exactos, nace el ladrillo de Lego como lo conocemos hoy en día, que contiene tubos en su interior para garantizar el adecuado embone de las piezas, brindando mayor estabilidad a las construcciones y reduciendo su fragilidad.
Aumento de popularidad y caída
Rápidamente, ganó reconocimiento, la popularidad de la marca posibilitó la construcción de un parque de diversiones denominado Legoland en su natal Billund, diversificando las operaciones de la empresa.
Sin embargo, las innovaciones de la marca danesa continuarán en la década de los 70, en la que introdujeron la minifigura, pequeños personajes con partes intercambiables para poblar las ciudades de los coloridos ladrillos de plástico.
Incluso cuando la creciente fama de los productos de Lego impulsó al crecimiento de la empresa en la década de los 80 y la primera mitad de los 90, los años previos al inicio del siglo 21 demostraron ser muy duros. Tras los crecientes costos y estancamiento de la demanda de sus productos, la empresa se enfrentaba a una quiebra segura, por lo que toma la difícil decisión de vender sus parques temáticos para subsistir.
Casi en cenizas, de vuelta a la vida
Tras una radical transformación, Lego disfruta de una segunda oportunidad a partir de 1999, introduciendo líneas de productos como videojuegos, pero sobre todo, su primera línea con licencia: Star Wars. Poco se imaginaría la marca que estaría por cambiar casi completamente su modelo de negocio y ser partícipe en una de las megatendencias más relevantes del comercio en el siglo 21. El mismo año, se crea la fundación Lego, con el objetivo de ayudar a los niños alrededor del mundo a tener acceso a la educación y juego.
En 2008, en respuesta a la creatividad de los fanáticos que inundó la comunidad, se lanza el programa Lego Cuusoo (ahora Ideas), que permite a los fans someter sus creaciones a votación de los miembros de la comunidad; siendo considerados para volverse un set oficial en caso de llegar a los 10,000 votos.
Rumbo al auge
La década de los 2010 fue un año prometedor para la organización, con el éxito en taquilla de la Película de Lego y lanzamiento de nuevas líneas con licencia como Marvel, Jurassic World, Disney y DC Comics. 2017 está marcado por la apertura de su propio museo, Lego House y el estreno del reality show Lego Masters. (Lego, 2022)
Contra de las tendencias hacía el desuso de los juguetes tradicionales en pro de los juegos digitales que ha provocado la caída en ventas de otras marcas, la popularidad de Los sets de Lego (y su estrategia de uso de licencias) le han permitido posicionarse entre públicos de todas las edades tanto como un juguete como un artículo de colección e incluso inversión.
De acuerdo con Tighe (2022), Lego se posicionó en 2022 como la marca de juguetes más grande del mundo por volumen de ventas, superando los 6,000 millones de dólares americanos, en comparación con los poco más de 1,700 millones logrados por el competidor más cercano.
Como parte de su plan de crecimiento, la firma danesa abrió su primera sucursal en Sinaloa el año pasado en el centro comercial La Ceiba, ubicada en su capital Culiacán.