Declarada como patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, la torre de Pisa es reconocida debido a su inusual característica más emblemática: su inclinación, la cual originalmente no estaba planeada al momento de su construcción, pero fue lo que la volvió reconocida a nivel mundial. 

Como su nombre lo indica, la torre de Pisa se encuentra en la ciudad de Pisa, Italia, es la torre campanario de la catedral de Pisa y está conformada por 8 niveles, cada uno de estos con 15 columnas conectadas entre sí por medio de arcos. Originalmente, debería tener una altura de 60 metros, pero debido a su inclinación de 3,97 grados, actualmente mide 55.86 m de un lado y 56.67 del otro.

La construcción del primer nivel de la torre inició en 1173, por el Arquitecto Bonnano Pisano, sin embargo, en 1178, cuando la torre contaba con 3 niveles, esta se inclinó 5 cm hacia el sudeste, por lo que se detuvo la construcción.

No fue hasta 100 años después que, Giovanni di Simone, retomó la construcción de la torre de pisa, quien al observar la inclinación de esta, optó por construir 4 niveles de manera vertical con el fin de compensar la inclinación, sin embargo, esto no dio los resultados esperados y causó que la torre se inclina aún más, por lo que nuevamente se detuvo la construcción. 

Pero, ¿por qué la torre se empezó a inclinar a pesar de que esto no estaba planeado?, bueno, la respuesta es bastante sencilla, esto se debe a la inestabilidad del subsuelo en donde fue construida, el cual estaba conformado principalmente por arena y arcillas, volviéndolo muy susceptible a la deformación. Al momento de construir la torre de pisa, debido a la gran cantidad de peso de esta, al encontrarse sobre suelo inestable resultó en la inclinación de esta.

Si bien la inclinación fue aumentando con el tiempo, la velocidad a la que esta ocurría disminuyó, debido a que el largo periodo de tiempo de construcción de esta permitió el asentamiento del suelo, estabilizando un poco la torre y disminuyendo la velocidad de inclinación. Aunque el subsuelo de esta representaba un peligro, también fue lo que le permitió a la torre de pisa sobrevivir a los sismos.

Debido a su inclinación, la torre de pisa estaba en peligro de caerse, por lo que el gobierno italiano inició los esfuerzos para evitar su derrumbe, entre las modificaciones llevadas a cabo se encuentra el uso de contrapesos de plomo y extracción de una parte del subsuelo. Mientras el gobierno italiano buscaba la manera de darle más estabilidad a la torre, esta fue cerrada al público en 1990 debido al peligro que representaba su inclinación.

Finalmente, después de los constantes esfuerzos del gobierno italiano, la torre de pisa fue abierta nuevamente para el público nuevamente el 16 de julio del 2001, pues gracias a las modificaciones realizadas, esta estará estable durante al menos los próximos 200 años.

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