En algún momento de nuestra vida nos ha tocado escuchar acerca del efecto placebo y cómo nos afecta, así como también, probablemente, nos ha tocado vivirlo, pues este se puede dar en diversas situaciones, ya sea en un remedio para la tos que nos recomendó un familiar hasta en cómo nos sentimos después de consumir ciertos alimentos, pues las expectativas que tenemos de la sustancia involucrada modifican la manera en como nos sentimos, aunque en realidad esta no haga ningún cambio en sí.

De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, se le denomina a placebo como “Sustancia que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, produce algún efecto favorable en el enfermo, si este la recibe convencido de que esa sustancia posee realmente tal acción”. El efecto placebo es el cambio fisiológico que se produce en el cuerpo debido al estímulo psicológico causado por la administración de una sustancia o tratamiento, lo cual causa la reducción de síntomas de un padecimiento.

Cabe aclarar, que el efecto placebo en sí no cura enfermedades, pero sí puede llegar a disminuir los síntomas de estas, un ejemplo podría ser, que cuando nos hacemos un raspón y alguien de confianza nos recomienda un remedio casero que, aunque realmente no tenga relevancia en el proceso de curación de la herida, debido a la confianza que se le tiene a la otra persona, lo que se espera del remedio es que este acelere el proceso o elimine el dolor, por lo que al consumir el remedio, nos sentimos un poco mejor. 

El simple hecho de tener la expectativa de que la sustancia o tratamiento que se usará sea efectivo contra el padecimiento que se busca tratar, hace que en muchos casos se llegue a sentir mejor debido al fenómeno psicológico que se le atribuye al efecto placebo, aunque si se tienen malas expectativas del placebo, también se puede dar lo que se le conoce como efecto nocebo, lo cual causa lo contrario al efecto placebo, pues puede causar reacciones adversas en nuestro cuerpo al emplearlo.

La efectividad del efecto placebo puede variar de acuerdo a la persona y los factores involucrados, ya sea si la persona que otorga el placebo es de confianza o no, si el placebo empleado es un medicamento que al criterio de la persona es muy efectivo o si es un tratamiento desconocido o que genera desconfianza, entre muchos otros factores más que pueden alterar nuestra percepción juegan un papel en los efectos que pueda tener en nuestro cuerpo el placebo. 

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