Virgen de Fátima, quién es y oraciones para venerarla este 13 de mayo

La Virgen de Fátima es una advocación mariana de la Iglesia católica. Según la tradición católica, en 1917 se le apareció a tres niños pastores portugueses llamados Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto afirmaron haber presenciado varias apariciones de la Virgen María en Fátima, Portugal. La Virgen se les habría aparecido en seis ocasiones entre mayo y octubre de ese año.

Durante las apariciones, la Virgen de Fátima habría transmitido a los niños mensajes y revelaciones, incluyendo la solicitud de rezar el rosario diariamente por la paz en el mundo y la conversión de los pecadores. En la última aparición, se habría producido un milagro conocido como "El Milagro del Sol", en el que miles de personas que se encontraban presentes afirmaron haber visto al sol moverse y bailar en el cielo.

La devoción a la Virgen de Fátima se ha extendido ampliamente en todo el mundo y se considera un importante lugar de peregrinación para los católicos. La Virgen de Fátima es venerada como una intermediaria y protectora, y muchos creyentes acuden a ella en busca de ayuda espiritual y protección.

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Oración a la virgen de Fátima

"¡Oh Virgen Santísima de Fátima, Madre de Dios y Madre nuestra! A ti recurrimos confiados en tu poderosa intercesión. Tú que, con amor maternal, te has manifestado a los tres niños pastores, revelándoles tus mensajes de esperanza y salvación.

Escucha nuestra humilde súplica y ruega por nosotros ante tu Hijo Jesús, para que podamos vivir según su voluntad y alcanzar la paz en nuestros corazones y en el mundo. Ayúdanos a cumplir con fervor y devoción los mandamientos de Dios y a difundir el mensaje de amor y conversión que nos has entregado.

Virgen María, consoladora de los afligidos, intercede por aquellos que sufren enfermedades, tristezas o desesperanzas. Protégenos de todo mal y peligro, y acompáñanos en nuestro camino de fe, para que, siguiendo tu ejemplo, podamos ser discípulos fieles de tu Hijo.

Virgen de Fátima, te encomendamos nuestras familias, nuestros países y toda la humanidad. Alcánzanos la gracia de la conversión y la paz, y sé nuestra guía y auxilio en cada momento de nuestras vidas.