Perlas del Mar de Cortés, donde se producen las perlas más hermosas y coloridas del mundo
La Granja de Perlas Mar de Cortés es la única granja en todo el continente Americano que opera con fines comerciales.
México.- Una de las grandes joyas que tiene Guaymas, Sonora, es la famosa Granja de Perlas Mar de Cortés, una instalación sin igual en todo el continente americano.
Ubicada en la Bahía de Bacochibampo, en el municipio de Guaymas, esta granja obtiene sus ostras Pteria sterna y Pinctada mazatlanica directamente del Mar de Cortés (también conocido como Golfo de California), cuyo nácar dan origen a las impresionantes perlas de tonos nacarados, grisáceas e inclusive morados.
La Granja de Perlas Mar de Cortés es la única granja en todo el continente Americano que opera con fines comerciales. Esto se debe a que durante la revolución mexicana la primera granja, la cual estaba ubicada en La Paz, Baja California Sur, fue destruida.
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Esta granja inició como un proyecto de tesis durante la década de los 90 a cargo de tres estudiantes universitarios; Douglas McLaurin, Enrique Arizmendi y José Manuel Nava. Su propuesta fue rechazada, ya que la consideraron que era una industria propia de japoneses.
No obstante, el trio no desistió en la idea, por lo que un año después consiguieron financiamiento e iniciaron el proyecto del cultivo de perlas con fines comerciales.
Cada año, en esta granja se producen tan sólo 4 kilos de perlas, lo cual no es nada a comparación de la producción masiva en otros países como Japón, donde se exportan 14 toneladas al año. No obstante, la calidad de estas perlas es la mayor en todo el planeta, compensando la baja cantidad con una espectacular dedicación a su producto.
Actualmente La Granja de Perlas Mar de Cortés tiene su cosecha anual cada mes de junio, pero el proceso de producción para su cosecha es con una duración de cuatro años.
El proceso es muy lento, esto porque se busca que se realice de la forma más natural posible, esperando a que la ostra crezca un buen tamaño antes de ser recolectada. Después, se le realiza un tratamiento llamado "implantación", que es la colocación de un grano de arena, para cuando una vez cerrada la ostra, ésta la recubra de manera natural con su nácar hasta alcanzar el tamaño de una perla.
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