En un mundo donde la medicina moderna ha avanzado de manera increíble, surge una amenaza silenciosa y creciente: la resistencia antimicrobiana y el surgimiento de superbacterias. Esto no es la premisa de una película de ciencia ficción; es una preocupación real y apremiante que nos afecta a todos. Conoce más detalles y descubre actividades para evitar su proliferación.

¿Qué es la Resistencia Antimicrobiana?

La resistencia antimicrobiana (RAM) ocurre cuando bacterias, virus, parásitos y hongos se adaptan y evolucionan para volverse resistentes a los medicamentos diseñados para eliminarlos. Imagina a los antibióticos como los soldados que combaten las infecciones; cuando las infecciones aprenden a burlar a los medicamentos, enfrentamos a un adversario formidable: las superbacterias. Que cada día son más peligrosos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 700,000 personas mueren cada año debido a enfermedades resistentes a los medicamentos, y esta cifra podría aumentar a 10 millones anualmente para 2050 si no tomamos medidas decisivas.

Las infecciones cotidianas que antes eran fácilmente tratables podrían volverse mortales. Cirugías simples y procedimientos médicos podrían volverse riesgosos, ya que los medicamentos en los que confiamos pierden su efectividad. 

¿Cómo hemos llegado a esto?

El uso excesivo e indebido de antibióticos tanto en la medicina humana como en la agricultura ha alimentado el surgimiento de superbacterias. Sorprendentemente, los estudios muestran que hasta el 50% de los antibióticos recetados en hospitales son innecesarios. En la agricultura, los antibióticos se utilizan a menudo para estimular el crecimiento del ganado, contribuyendo al desarrollo de cepas resistentes que pueden afectar a los humanos, de acuerdo con The Pew Charitable Trusts.

¿Qué podemos hacer?

Imagina un mundo donde una infección menor podría volverse mortal. El momento de actuar es ahora. Hay esperanza si actuamos de manera colectiva y responsable. Médicos, pacientes y responsables políticos deben trabajar juntos para garantizar un uso juicioso de los antibióticos.

El sector agrícola debe adoptar prácticas sostenibles, y las compañías farmacéuticas deben invertir en el desarrollo de nuevos antibióticos o de formas para hacer que los antibióticos que ya tenemos sean más eficaces. Es una responsabilidad compartida preservar estos valiosos medicamentos para las generaciones futuras.

Para conocer el compromiso de México ante esta situación, da clic aquí.

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