CrowdStrike, Microsoft y Skynet: La narrativa del caos
La desconfianza está detrás de la narrativa del caos. El mundo de hoy es complejo. Las causas tienen múltiples efectos, y un efecto, múltiples causas. La realidad es no lineal, pero nuestra forma de pensar sí lo es. Entonces, desconfiamos y tememos
Piensa mal y acertarás, dice el dicho.
La historia registra diversos hechos que pueden explicar la desconfianza que nos tenemos entre seres humanos. Genocidios, abusos de poder y corrupción parecen dar razón a Thomas Hobbes: “el hombre es el lobo del hombre”.
Esta desconfianza está detrás de la narrativa del caos. El mundo de hoy es complejo. Las causas tienen múltiples efectos, y un efecto, múltiples causas. La realidad es no lineal, pero nuestra forma de pensar sí lo es. Desconfiamos y tememos.
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Cuando algo no encaja en nuestra percepción lineal, pensamos mal para acertar. Seguro hay alguien detrás de ese quiebre que quiere dañarnos.
Originalmente, la narrativa del caos es un concepto literario, pero hoy lo llevamos a la vida real. Sobre todo, cuando se trata de tecnología.
Algunas reacciones al reciente fallo de Microsoft y CrowdStrike motivaron este tipo de reacciones basadas en la desconfianza y el caos.
“¿Recuerdan Terminator 3, cuando un "virus" obliga al mundo a unirse a la red Skynet y ésta destruye al mundo? Pues así el chisme con CrowdStrike (un software de ciberseguridad) que provocó un fallo MUNDIAL en Microsoft. Un día pagaremos carísimo estar conectados 24/7 a la red”, comentó un usuario en X, junto con otros más después de él.
Las imágenes de usuarias y usuarios en aeropuertos y estaciones de trenes, más la información de la caída de bancos, hoteles y otros servicios, como los de salud, alimentaron la narrativa del caos.
El caos y las conspiraciones van de la mano.
La navaja de Ockham
Aun en la complejidad, hay ocasiones para sacar La Navaja de Ockham. Sobre todo para llamar a la razón en lugar de miedos, prejuicios y suspicacias.
La Navaja de Ockham es un principio metodológico atribuido al filósofo y teólogo inglés Guillermo de Ockham (1287-1347).
Este pensador de la ciencia desarrolló este principio “No se deben multiplicar los entes sin necesidad”, para guiar el proceso de toma de decisiones en la formulación de teorías y explicaciones, sugiriendo que, en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la correcta.
Entonces, ¿el fallo de Microsoft y CrowdStrike se debió a un grupo de poderosos que conspiran para controlar a la humidad? ¿A una inteligencia artificial superdesarrollada, tipo Skynet, que nos quiere dominar? ¿O a un código defectuoso distribuido como actualización del producto de monitorización Falcon de CrowdStrike?
La respuesta es la tercera opción. El apagón digital que sacudió la madrugada del viernes fue por un código chafa.
Claro, no es tan sexi como la narrativa del caos. No es Skynet ni la llegada de robots asesinos que vienen del futuro.
La realidad a veces es aburrida, sin complots ni lobos queriendo comernos.