El suelo del valle de Culiacán y su gran exportación de hortalizas ¿cuál es su origen?
La zona centro de Sinaloa es la más grande exportadora de hortalizas. Hay buenos agricultores y buenos suelos
El valle de Culiacán se distingue por ser el principal cultivador y exportador de hortalizas en el centro de Sinaloa. Debe su condición socioeconómica a la pujanza, planeación y capacidad administrativa de sus agricultores, pero también a la condición de suelo barrialoso.
Los agricultores de Sinaloa han adoptado las mejores tecnologías del mundo en mecanización, manejo del suelo, nutrición, semillas especializadas, coberturas vegetales, técnicas de producción y buenas prácticas de manufactura que los califican bien en los países receptores de sus productos agrícolas.
Lo que se conoce como valle de Culiacán incluye al municipio de Navolato, ahí en conjunto se cultivan unas 16 mil hectáreas de hortalizas, fortaleciendo la economía estatal con los altos volúmenes de exportaciones y el empleo estacionario a cientos de miles de trabajadores del campo.
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Parte de esta riqueza se sustenta en lo que la naturaleza dio, en la calidad de los suelos.
No olvidemos que el valle de Culiacán forma parte del delta del Río Culiacán, que históricamente ha generado por siglos arrastres de sólidos aluviales formando grandes extensiones de tierra plana y pantanos en las zonas bajas cercanas al mar.
Así lo que hoy se conoce como el valle de Culiacán, que incluye tierras de las sindicaturas de Costa Rica y Villa Juárez, presentan grandes extensiones de suelo de barrial o chautosos, que tienen su antecedente edafológico en el asentamiento de pantanos milenarios.
Cuando se repartieron las tierras alrededor de Villa Juárez era casi imposible penetrar a las parcelas en temporada de lluvias, ante suelos pegajosos donde se atascaba cualquier vehículo motorizado o carreta.
Estos son los pantanos existentes en la zona
Como muestra de esos antiguos pantanos todavía queda ahí la Laguna o pantano de Chiricahueto que se extiende por más de 10 mil hectáreas rematando en la Ensenada de Pabellones, con flujo marino intermareal.
También queda la Laguna de Caimanero, al sur del poblado de Villa Juárez, y la desaparecida Laguna de Batauto, en cuyo fondo se cultivan camarones en granjas.
Para hacer útiles estos terrenos fue necesario establecer un sistema de drenes que permitieran liberar el agua acumulada en los pantanos. No es casual que los primeros usos agrícolas de estas tierras fueran destinadas para el cultivo de arroz.
Recordemos que los suelos chautosos costeros se forman principalmente en áreas de transición entre cuerpos de agua dulce y salada, como lagunas costeras, marismas o manglares. Estas áreas reciben sedimentos transportados por ríos, corrientes marinas y mareas.
Los suelos barrialosos tienen una textura fina con alto contenido de arcilla, lo que les da una consistencia pegajosa y plástica cuando están húmedos.
Originalmente son muy ricos en materia orgánica por su exposición milenaria a restos vegetales, adquiriendo una tonalidad oscura.
Los agricultores de Sinaloa han aprendido a sacar provecho de estos suelos con manejo eficiente de riego, apropiada fertilización y buen drenaje.
El resultado de estas buenas prácticas en todos los cultivos es más de 2 mil toneladas de producción en Culiacán, con un aporte superior a los 10 mil millones de pesos.
Y en Navolato más de 1 millón de toneladas de cosechas, con un valor superior a los 7 mil 900 millones de pesos.
Los suelos de barrial y aluvión del Valle de Culiacán son orgullo de pertenencia.