Parque Nakayama es un espacio de convivencia y esfuerzo vecinal en Culiacán
Liderados por Mayté Olivas, residentes del fraccionamiento Nakayama demuestran el poder del esfuerzo colectivo para mejorar su entorno


Ubicado en el fraccionamiento Antonio Nakayama, el Parque Nakayama se ha convertido en un punto de encuentro para familias, deportistas y vecinos comprometidos con su comunidad.
Lo que alguna vez fue un terreno baldío, hoy es un espacio verde, lleno de vida y actividad, gracias al liderazgo de la señora Mayté Olivas y al esfuerzo colectivo de los residentes.

Mayté Olivas, presidenta del parque y del fraccionamiento, ha estado al frente de este proyecto durante los últimos ocho años. Junto con su esposo, Manuel "Meni" Valenzuela, líder de la colonia y promotor deportivo, ha trabajado incansablemente para transformar el lugar en un espacio de recreación y convivencia para todas las edades.
"Nos organizamos como comité para darle vida a este espacio y convertirlo en un parque digno para la comunidad", explica Olivas para Tus Buenas Noticias.
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Parque Nakayama, un espacio familiar
El parque cuenta con una cancha sintética, juegos infantiles, una trotapista y una zona de ejercitadores. Sin embargo, no siempre fue así. Al principio, los vecinos se unieron para plantar árboles y mejorar la infraestructura con sus propios medios.
Posteriormente, gestionaron apoyos para la instalación de la cancha y otros elementos que hoy lo hacen un lugar atractivo y funcional.

Los vecinos participan en las mejoras del parque
La comunidad ha sido clave en el mantenimiento del parque. Diariamente, un equipo de voluntarios se encarga de regar las plantas, barrer y recolectar la basura. No obstante, la tarea no ha estado exenta de desafíos.
"Hay veces que el camión de basura no se lleva todos los desechos, así que tenemos que contratar su servicio para que no se acumulen", comenta Olivas. A pesar de esto, la limpieza y el orden son prioridad para quienes hacen uso del parque.
Además de ser un sitio de esparcimiento, el parque es también un centro de actividad deportiva. Se organizan entrenamientos de fútbol para niños desde los cuatro años, y cuenta con una cancha de voleibol y una zona donde se practican zumba y break dance.
Su popularidad ha trascendido el fraccionamiento, atrayendo a visitantes de otras zonas de la ciudad.

La seguridad de la zona, una prioridad
Las mejoras no se detienen. Actualmente, la comunidad gestiona la instalación de ejercitadores adicionales, una cerca perimetral y una techumbre para la explanada. También se ha trabajado en la iluminación de calles aledañas, logrando la instalación de postes de luz para mayor seguridad.
El Parque Nakayama es un claro ejemplo de cómo la organización y el compromiso vecinal pueden transformar espacios y mejorar la calidad de vida. Gracias a la perseverancia de sus habitantes, este parque seguirá siendo un lugar de encuentro, deporte y comunidad para generaciones futuras.