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¿Qué hacer durante las vacaciones en el Pueblo Mágico de Cosalá, Sinaloa?

Disfruta de unas vacaciones inolvidable visitando el Pueblo Mágico de Cosalá en Sinaloa

3 julio, 2024
Cosalá te transportará a la época colonial con su hermosa arquitectura. Foto: Punto MX
Cosalá te transportará a la época colonial con su hermosa arquitectura. Foto: Punto MX

Cosalá es uno de los cuatro Pueblos Mágicos que hay en Sinaloa, un destino turístico que promete una experiencia inolvidable a sus visitantes. Si todavía no lo visitas, aquí descubrirás qué puedes hacer en Cosalá durante estas vacaciones

Como es característico en los Pueblos Mágicos, Cosalá posee un encanto que transporta a sus visitantes a otra época, con sus calles empedradas y sus paisajes de ensueño, un lugar ideal para olvidarse de la prisa de la ciudad y disfrutar a lo grande.

Sin embargo, si has elegido a Cosalá como tu destino para estas vacaciones, entonces no querrás perderte la lista de lugares y actividades para hacer en este Pueblo Mágico, las cuales te compartimos  a continuación.

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Qué hacer durante las vacaciones en el Pueblo Mágico de Cosalá, Sinaloa
Cosalá te transportará a otro tiempo con su arquitectura colonial. Foto: Cortesía

Centro Histórico

Con una rica historia y un pasado de pueblo minero, Cosalá te hará sentir en otra época con sus callejones y la arquitectura colonial de sus casas y edificios.

Recorre las pintorescas calles de su Centro Histórico y explora los grandes atractivos que alberga, como la zona de Monumentos, el kiosko, el museo de minería e historia, la Plaza de Armas, el Templo de Santa Úrsula, la Capilla de la Virgen de Guadalupe, el Convento Jesuita, el convento Franciscano, la Casa del Palacio Federal, La Chinche, el Callejón Luis Pérez Meza y más lugares emblemáticos.

Qué hacer durante las vacaciones en el Pueblo Mágico de Cosalá, Sinaloa
El Centro Histórico de Cosalá ofrece una experiencia inolvidable. Foto: Cortesía

Aguas termales

A sólo 27 kilómetros de Cosalá encontrarás el lugar donde brotan las aguas termales que muchos consideran sagradas por sus efectos curativos y místicos. 

Para llegar a las aguas termales sólo debes tomar la carretera Cosalá-La llama hasta llegar al crucero que accede al pueblo de San José de las Bocas. Llega hasta el centro del poblado y luego sigue por una brecha de 5 kilómetros hasta llegar al sitio.

Además de disfrutar de las aguas termales, puedes deleitarte observando la flora y fauna del sitio, tomar fotografías y practicar actividades como senderismo y cabalgatas.

Qué hacer durante las vacaciones en el Pueblo Mágico de Cosalá, Sinaloa
Visita las aguas termales de Cosalá para vivir una experiencia espiritual. Foto: Cortesía

Charco Azul

El balneario de Charco Azul cuenta con una serie de pozas y cascadas naturales, ideal para visitar en cualquier época del año. Deja que la belleza de su paisaje serrano y sus hermosas aguas de azul turquesa te cautiven.

Charco Azul se encuentra a sólo 2 km del sitio conocido como Grutas México, otra maravilla de la naturaleza, y ambas se ubican a sólo 1 hora y 15 minutos de la cabecera municipal de Cosalá.

Guadalupe de los Reyes

Como bien se sabe, Cosalá fue un pueblo minero durante la época colonial, y uno de los más sorprendentes vestigios que quedan de aquel tiempo es Guadalupe de los Reyes, a donde puedes llegar recorriendo 35 km de carretera de terracería.

En su Centro Histórico descubrirás el esplendor del Cosalá de los siglos XVIII y XIX, con su arquitectura colonial, su antigua iglesia, calles y callejones angostos, así como la celda donde se dice que estuvo encerrado Heraclio Bernal

Qué hacer durante las vacaciones en el Pueblo Mágico de Cosalá, Sinaloa
Déjate transportar al pasado minero de Cosalá en Guadalupe de los Reyes. Foto: Cortesía

Reserva Ecológica de Nuestra Señora

Esta hermosa reserva natural se encuentra a sólo 12 km de la cabecera municipal y se trata de una de las atracciones turísticas más populares del Pueblo Mágico de Cosalá

La historia de este sitio se remonta a principios del siglo XVII, cuando fue fundado por los misioneros jesuitas, quienes lo abandonaron en 1892, para que en 1916 pasara a manos del inglés Eduardo Jack, minero fundador de la Compañía Americana Refinadora de Metales.



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