Confianza para la justicia y menos impunidad una demanda de Sinaloa
Durante los primeros 9 meses de 2019, se vinculó a proceso a 2 mil 296 personas acusadas por un probable delito, 125% más que los mismos meses del año 2017.
Los actores sociales abren espacios de diálogo con la Fiscalía General del Estado en busca de resultados en la aplicación de justicia
Columna Reflexiones de un aspirante a buen vecino. Por Miguel Calderón Tener menos impunidad es una demanda creciente. En el transcurso de esta semana fui invitado a una reunión excepcional. En el evento matutino me tocó saludar a liderazgos ciudadanos que giran en torno a la reivindicación de la lucha por los derechos de las mujeres, del parlamento ciudadano, de asociaciones de abogados, de comités de vecinos organizados y en medio del mismo el Fiscal General del Estado y su equipo. El objetivo: abrir un espacio de diálogo con organismos ciudadanos y la Fiscalía en la búsqueda por mejores condiciones de paz social.
Me llamó la atención que antes de iniciar estas conversaciones el personal del salón en el que se desarrolló esta dinámica retiró el proyector de cañón por que Juan José Ríos Estavillo decidió no presentar diapositiva alguna para privilegiar una plática directa mirando a los ojos de los presentes. Lo aclaro diciendo que no era la idea dar un informe sino compartir una nueva etapa de la institución con sus retos y sus desafíos.
En la primera parte de su intervención dejó en claro que la Fiscalía ya no era más Procuraduría, que los ministerios públicos tienen ahora otro modelo de actuación que los aleja de la fe pública y fue contundente al señalar que trata de no ventilar mediáticamente los temas que son de su competencia, trata de no criminalizar, ni de victimizar y que ya no atiende asuntos preventivos. La Fiscalía, dijo, es la titular de la acción penal.
Les confieso que mi pronóstico inicial se inclinó por pensar en que el Fiscal iba a ser interrumpido en algunas de sus intervenciones por los colectivos de mamás que buscan a sus hijos con un intenso dolor del que todos debemos ser solidarios.
Pero no paso así. Muy al contrario. Mucha civilidad, mucha comprensión mutua y una intención común: mejorar la operación de esta institución para impartir justicia para las víctimas de los delitos. Preocupación coincidente: bajar los índices de impunidad y castigar los delitos.
Escuchamos ahí que muchas de los litigios que se atienden son resueltos antes de llegar a las últimas instancias por acudir a la Unidad de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en donde se han procesado casi 10 mil procedimientos con acuerdos de reparación del daño de casi 115 millones de pesos durante 2017, 2018 y lo que va de 2019.
Es decir, muchas de las víctimas acuerdan con sus victimarios resoluciones sin necesidad de llevar un tortuoso juicio de emociones negativas y de gastos diversos.
Otro dato que sorprende es que, durante los primeros 9 meses de 2019, se vinculó a proceso a 2 mil 296 personas acusadas por un probable delito, 125% más que los mismos meses del año 2017, lo que da muestra que en la cotidianidad de la Fiscalía sus colaboradores ya agarraron el ritmo resolviendo muchos de los temas pendientes.
Reconoció Ríos Estavillo que está en un proceso en el cual se han vencido inercias en la búsqueda de una institución que opere de manera más eficiente y resuelva con mayor prontitud la necesidad de tener un Sinaloa más justo.
Con sinceridad admitió que requieren de más personal para que sean asesores jurídicos de la víctima, que son los que acompañan en su peregrinar a quienes han sido dañados en su patrimonio o en su integridad.
Noté ánimo positivo por seguir avanzando en esta tarea pendiente. Noté también esperanza de que sean resueltos casos pendientes por resolver.
Al mismo tiempo, registré a sinaloenses agraviados que atendieron con la mayor de las cortesías las explicaciones del Fiscal y observé disposición de todos los presentes para colaborar en conjunto para eficientar esta nueva época de una institución que por muchos años inspiró desconfianza.
Justo esa es mi conclusión. Al terminar esta sesión respiré en el ambiente confianza en un equipo que desea hacer su tarea. Espero que esta confianza sea respondida con más casos resueltos y menos impunidad. Que así sea.
