Familia y adicciones, ¿qué hacemos?
La prevención de adicciones está en la familia, pero tenemos que la violencia familiar es el delito que más se comete en Sinaloa. Tremendo enredo
La prevención de adicciones está en la familia, pero tenemos que la violencia familiar es el delito que más se comete en Sinaloa, con una tasa de 253 casos por cada 100 mil habitantes. Tremendo enredo.
¿Qué hacemos?
En la calle, merodeando las escuelas, en las fiestas, hasta en los mismos hogares hay oferta de droga. Todo un entorno que presiona a niñas, niños y adolescentes, llamado técnicamente factores de riesgo.
Entonces, hay que fortalecer a nuestras infancias y adolescencias para inhibir la intención de consumo y que resistan esas presiones.
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Es lo que hace el Centro Estatal de Prevención de la Violencia y el Delito, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, en colaboración con Sociedad Educadora, quienes incuban actualmente el programa Decide, diseñado para disminuir o retrasar la intención de consumo en niñas y niños de quinto y sexto de primaria, hasta los adolescentes de secundaria.
Hay que reconocer que la oferta y consumo de drogas han aumentado y que una parte importante de nuestras infancias y juventudes están atrapadas en un círculo vicioso de violencia familiar.
La edad de inicio del 58 por ciento de personas que consumen o han consumido drogas es de los 16 a los 20 años, y en segundo lugar, con un 25 por ciento, iniciaron entre los 10 y 15 años, de acuerdo con el Resumen de Diagnóstico de Adicciones en Sinaloa, elaborado por Sociedad Educadora.
Así que dar un sermón a las niñas y niños de que las drogas destruyen y que tienen que decir no, es insuficiente. Aún más cuando se trata de menores violentados por sus propios padres, o cuando estos consumen.
Hay que entrenarles para que aprendan y sepan cómo decir ese no.
De eso se trata Decide. Su propósito central es desarrollar en los menores la toma de decisiones sana para evitar el uso de cualquier tipo de sustancia.
El programa es integral y actualmente se implementa en planteles escolares de educación básica.
No se trata de una charla de una hora. Durante un mes, se implementa un taller de habilidades socioemocionales para desarrollar la toma de decisiones sanas.
Además, se Identifican los factores de riesgo en el entorno familiar y comunitario de los estudiantes que se atienden y se desarrolla un plan de acción preventivo hecho a la medida, a partir de las propuestas de las y los estudiantes.
En año y medio, aproximadamente, han impactado en más de 115 escuelas y más de 10,500 estudiantes en ocho municipios.
Las calles son un mundo por descubrir cuando uno es joven. Son un territorio por explorar, de aventuras con los amigos y los ligues. Las fiestas y la libertad total. Y entre todos esos descubrimientos aparecen el alcohol y las drogas.
Nuestras chicas y chicos deben salir al mundo con el superpoder de la toma de decisiones sanas.
Ojalá Decide permanezca y aumente su alcance.