Cosas que ver, probar, escuchar y sentir en Alemania

Estuve en Alemania entre los meses de septiembre y octubre de 2018, país que he visitado en innumerables ocasiones. En este viaje pensé en los lugares y en las cosas que me han maravillado a lo largo de los años, las cuales ahora comparto con ustedes. Elegí diez como pudieron ser veinte. Espero encuentren cosas de su interés y los anime a ampliar sus conocimientos.

Por: Arq. Carlos Ruíz Acosta

10, la mujer perfecta

No se trata de una actriz sino de una escultura policromada de piedra caliza que se encuentra en la Catedral de Naumburg en el estado de Sajonia-Anhalt. Representa a Uta von Ballenstedt, marquesa de Meissen (1000-1046). Es el rostro de una mujer que refleja seguridad, belleza y poder. Es considerada la mujer más bella del medioevo. A Umberto Eco le preguntaron que si con que mujer del arte europeo le gustaría pasar una velada y contestó: “En primer lugar y por encima de todas, con Uta von Naumburg”. La Catedral fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2018.

Oro en la boca

El rio Mosela nace en Francia y termina en el Rin. Recorre 208 km en suelo alemán flanqueado por altas colinas donde crecen viñedos desde tiempos romanos y donde se hace el vino blanco Riesling, considerado uno de los mejores del mundo, al igual que el opulento y único Eiswein. Cuando lo recorrí, degusté en varias paradas del camino los vinos que los productores ofrecen al viajero de las manos de muchachas doradas como el Riesling. Esa experiencia vinícola todavía no tiene comparación. El emblema de Trier es un barco romano cargado de toneles de vino.

Música del futuro

La Iglesia de Santo Tomás en Leipzig es histórica e irrepetible en relación con la música. Por ella pasaron Menselssohn, Wagner y J. S. Bach, quien fue kantor por 27 años y lugar donde compuso y estrenó gran parte de su repertorio, como las inmensas obras Misa en Si menor (Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2015) y el Oratorio de Navidad. De joven escuché que la música clásica tenia como base a las tres B, esto es, Bach, Beethoven y Brahms. Para mi gusto Bach es el maestro, Beethoven mi favorito y Brahms el autor del sublime Réquiem Alemán.

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Las puertas de la discordia

Wittenberg es una ciudad en el estado de Sajonia-Anhalt, conocida por ser la ciudad del monje agustino Martin Lutero y en donde en octubre de 1517 clavó sus 95 tesis en las puertas de la Iglesia del Castillo, dividiendo con ese acto a la iglesia católica y dando inició a la Reforma. Las tesis condenaban los excesos del Papa, principalmente el negocio de la venta de indulgencias que eran un pasaporte directo al cielo de cualquiera que pagara. Las reformas iban en contra de abusos eclesiásticos, la voracidad del clero, la suntuosidad y el abandono de la doctrina cristiana. Todos los lugares de la ciudad relacionados con Lutero fueron reconocidos como Patrimonio de la Humanidad en 1996.

La segunda Roma

Augusto fundó en 16 a.C. a la vera del rio Mosela, la colonia Augusta Treverorum (Trier en alemán) y la designó capital de la Galia Bélgica, reconocida como una segunda Roma por su importancia política. Hoy se puede comprobar la otrora grandeza de la ciudad por la cantidad y calidad de los edificios públicos como las tres termas, el anfiteatro, la imponente Aula Palatina, la Porta Nigra y el puente sobre el rio del siglo II todavía en uso. Al recorrer la ciudad se siente el aire latino y la impronta del Imperio Romano. En Trier nació Karl Marx.

Concierto en el río

Hamburgo es la segunda ciudad del país en importancia. En la segunda guerra perdió sus edificios emblemáticos. Cual puerta al futuro crearon el desarrollo Hafen City con arquitectura de última generación, en la que destaca la Filarmónica del Elba de los arquitectos Herzog & de Meuron, convertida en el ícono buscado. Está construida sobre unas bodegas junto al río. Sus audaces formas semejantes al oleaje son orgullo de Hamburgo. Su interior maravilla por su diseño orgánico y por el portento acústico diseñado con algoritmos por Yasuhisa Toyota. A Herzog & de Meuron los conocí y entrevisté en Culiacán.

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Weimar

Weimar es una población en el estado de Turingia, conocida por ser el lugar de origen de la Bauhaus, por la República de Weimar y por haber sido la cuna del Weimar Clásico de 1758 a 1832, que fue una concentración de poetas y pensadores convocados por la duquesa Ana Amalia von Bruswick-Wolfenbüttel, principalmente de Goethe y Schiller, y de los filósofos Herder, Nietszche y Schopenhauer. Weimar y Goethe representan el humanismo y los valores más altos del pueblo alemán y es lugar de peregrinación de los alemanes. Los edificios históricos de la ciudad fueron nombrados Patrimonio de la Humanidad en 1996.

Inteligencia sin límites

La Universidad Humboldt de Berlín fue fundada en 1810 por Wilhelm von Humboldt y fue nombrada por él y Alexander von Humboldt. Por sus aulas han pasado Fichte, Hegel, Schopenhauer, Marx, Engels, Einstein, Planck, Westenhoffer (patólogo), Diffenbach (cirujano), los músicos Schuman y Mendelssohn, Heine, Ferdinand de Saussaure, Walter Benjamin, Max Weber y Otto von Bismarck, quien unió Alemania y creó el Estado moderno. Hay más, pero con estos sobra. De ella han salido 29 premios Nobel y sirvió de modelo para universidades europeas, y de las universidades John Hopkins, Harvard, Duke y Cornell. No hay otra universidad igual.

Un disco celeste

Es un disco de cobre con oro de 32 cm de diámetro y 3,600 años de antigüedad. Fue encontrado en Nebra en el estado de Sajonia-Anhalt. El disco cambió la comprensión de la historia. Muestra una concepción del mundo que no se puede imaginar en la Europa prehistórica. La profundidad del conocimiento astronómico que se muestra es fácilmente comprensible y codificado. La interpretación mítica del cosmos es un impresionante avance del intelecto. Los autores del disco no conocían la escritura, pero su logro está a la altura de civilizaciones avanzadas, lo que hace más difícil su decodificación.

Romper el viento

Por último sugiero manejar un Porsche 911 Carrera. Rentar uno y llevarlo a caminos vecinales para sacarle todo el bestial poder y sentir como corta el viento. La experiencia de manejar este mítico automóvil vale la pena. No se requiere ser fanático de los autos de carrera. Es por el gusto de matar la leyenda.