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El Chorlo Nevado (Charadrius nivosus)

Los “fantasmas” nivosos son una especie bastante elusiva, experta en el arte del camuflaje, aquí incluimos a nidos, pollos y adultos, todos se mimetizan casi a la perfección, por lo que es muy difícil el encontrarlos.

17 febrero, 2021
El Chorlo Nevado (Charadrius nivosus)
El Chorlo Nevado (Charadrius nivosus)

Dr. Xicoténcatl Vega Picos

Lo que escribo es parte de un proyecto al que ya le llovió, muchos de los involucrados ya pintan más canas y subieron algunos kilos. No digo los nombres, pero forman parte del Grupo de Aves del Noroeste (GANO). La parte más difícil del proyecto fue el proponer, al menos, 5 especies de aves playeras a la lista de especies protegidas (NOM 059 SEMARNAT 2010). En nuestro entusiasmo se nos hizo fácil. Craso error, puesto que se le dedicó mucho tiempo y esfuerzo y, al menos yo, desconocía el proceso para incluir una especie en el listado, el famoso Método de Evaluación de Especies. Al final fueron 4 las que propusimos y las cuatro fueron incluidas en el listado.

El Chorlo nevado se incluyó en la NOM 059 como una especie Amenazada, lo que indica que la especie no anda del todo bien. Hablemos pues de ella, para empezar, tiene varios alias, entre los que se incluyen los siguientes: chorlo patinegro; frentiblanca; alejandrino; nevado; y el “chorlo fantasma” como lo bautizaron los del “Programa de Reflejos de Sinaloa”. No andaban muy errados Sotomayor y Pacheco, conductor y productor de este galardonado programa televisivo.

Chorlo Nevado

Me los imagino cámara y micrófono en mano buscando a estos fantasmas en Playa Ceuta o mejor en la “antigua salina de Ceuta”, Elota el cual es sitio Regional de la Red Hemisférica de Aves Playeras, organización dedicada a la conservación de este grupo de aves en todo el continente y que fue designada por esta población anidante y algunas otras especies más de aves playeras. Con el paso de los años Ceuta se convirtió en un semillero de investigadores y es uno de los sitios más importantes para la conservación del Chorlo Nevado.

En Norte América no son muchos los chorlos nevados, su población estimada es de 25,800 individuos; para México se estimaron dos mil 212 a dos mil 720 individuos y para el estado de Sinaloa el censo fue de 645 individuos, coincidentemente es en donde se reportó la mayor cantidad.

Los “fantasmas” nivosos son una especie bastante elusiva, experta en el arte del camuflaje, aquí incluimos a nidos, pollos y adultos, todos se mimetizan casi a la perfección, por lo que es muy difícil el encontrarlos, adaptación que les permite tener un poco de ventaja contra los diversos depredadores e intrusos causantes de disturbios.

Imagen: Patricia Ramírez (Conabio)

En marzo-abril inicia la temporada de reproducción de esta especie en Ceuta, estos chorlos ponen en promedio tres huevos, los cuales son parcialmente “enterrados” con pequeñas piedras o arena, esto depende del sitio de anidación, por otro lado, los cascarones presentan unas marcas alargadas negras en un fondo café. Usualmente estos huevos, están pegados unos con otros que parece que entre ellos se dan calor para la incubación.

Los nidos también presentan algo de mimetismo al amparo de alguna rama, pero la mayoría de las veces a campo abierto, en un páramo que parece que no vive ningún ser viviente, son casi 40 hectáreas, pero con la ayuda de unos binoculares, puedes ver movimientos rápidos, que al final te puede dar la recompensa logrando observar a uno de estos bichos.

Ambos padres participan en la incubación de los huevos, en el día la hembra y por la noche el macho. Cuando el calor es insoportable en el verano, algo común en Sinaloa, puedes verlos parados sobre el nido dándoles sombra. Los huevos eclosionan a los 28 días más o menos.

Los pollos recién eclosionados son una bola de plumas de 6 gramos de peso aproximadamente, son de color café. Suben de peso muy rápido, al mes ya rondan los 30 gramos e inician con los primeros pininos con el vuelo. Son precociales, lo que significa que eclosionando y corriendo fuera del nido a esconderse; sin embargo, pueden esperar hasta que el último hermano de la camada salga para rondar cerca del nido, siempre bajo la vigilancia del padre.

Los padres son dignos actores de películas, pues cuando perciben una amenaza de algún depredador o intrusos en sus nidos o crías, lo engañan caminando y simulando que están lastimados de ala, caminan chuecos, la arrastran, incitando al enemigo a que los siga, hambrientos imaginan una presa fácil, no dudan en seguirlos, los chorlos siguen arrastrando el ala, aceleran el paso, los depredadores los siguen, cuando los alejan lo suficiente del nido o los pollos, emprenden el vuelo cumpliendo el objetivo de alejar a la presa. En ese inter los críos parecen piedras, no se mueven para nada, permanecen agachados pegados al suelo, perfectamente mimetizados, paralizados o impávidos hasta que el peligro se aleja.

Es común que los padres “se divorcien” y busquen nuevas parejas, usualmente lo hace la hembra. De esta manera en una misma temporada de reproducción pueden poner hasta seis huevos, incrementando con ello el éxito de supervivencia de la especie. El macho se queda al cuidado de los pollos.

No es sencillo en México el incluir una especie dentro de la NOM 059, tampoco es algo de lo que debamos de estar orgullosos, sobre todo si consideramos que actualmente este listado se conforma de más de 2,600 especies bajo diferentes estatus de protección (no incluye las adiciones de junio de 2019). Por lo que es importante el conocerlas para conservarlas.

Contacto: xicovegadirector@aaves.com.mx

Sitio web: aaves.com.mx


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