Mis conversaciones con pacientes cerca del final de sus vidas. Nos crucificamos entre dos ladrones, arrepentimiento por ayer y miedo al mañana.

He tenido la suerte de trabajar con personas increíbles en mi carrera.

No me refiero a enfermeras, me refiero a mis pacientes.

Soy enfermera desde hace 16 años.

Trabajando en cuidados intensivos y unidades médico-quirúrgicas.

Pasé mucho tiempo con mis pacientes y disfruté de tener conversaciones profundas y significativas en momentos críticos de sus vidas.

Muchos de ellos me dijeron que todos sus amigos habían muerto y que sus familias no les hablaban.

Fueron vistos como "una carga o viejos".

Esto me rompió el corazón.

Además me encantaba hacerles todo tipo de preguntas sobre sus vidas.

Fue un paseo por el camino de la memoria para ellos y para mí fue conocimiento.

Damos por sentado a los ancianos en nuestra sociedad cuando deberíamos honrarlos.

Tienen mucho conocimiento.

Créeme, he hecho cosas muy buenas y cosas muy locas, y no me arrepiento de las locuras.

¿Qué es lo que más lamentas en tu vida y qué harías diferente si tuvieras la oportunidad?

A menudo en mi vida me he encontrado en una encrucijada.

Quiero un nuevo trabajo o cambiar de área en el hospital.

Viajar por el mundo.

¿Cómo puedo hacer esto, cómo sé qué decisión es la correcta?

Así que les hacía estas preguntas a mis pacientes.

Estaba feliz de recibir consejos sobre los problemas que estaba teniendo en mi vida.

Fue casi como una terapia gratuita.

Tómate un minuto y siéntate con una persona mayor, pídele su consejo.

Te garantizo que te ayudará.

¡He tenido pacientes que me han dicho que se arrepintieron de tener hijos!

Estaban en una etapa crítica de sus vidas y estaban en duda si tenían hijos, aunque no los querían. Pensaban que estaban rotos porque no los querían.

Nunca esperé las respuestas que recibí.

La mayoría de ellos dijo que los niños fueron el mayor error de mi vida, sí, los amo, pero no mejoraron mi vida.

Ahora no me hablan, yo soy una carga para ellos y decían que los niños no los dejaban en paz.

Creen que no puedo hacer nada por mi cuenta.

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La respuesta contundente fue que debes estar 100% seguro de que los quieres.

Si estás indeciso, no los tengas porque te sientas obligado.

Los pacientes lamentaron no haber hecho lo que querían con sus vidas.

Vivieron sus vidas para otras personas.

Ya sea su cónyuge, sus hijos o sus padres.

Muchas mujeres dijeron que desearon haberse divorciarse de sus maridos, pero eran los años 50 y la vida era diferente.

Dijeron que nunca te conformes.

No dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo.

Házlo de todos modos y aprende de tus propios errores.

Se arrepintieron de permanecer en carreras que no disfrutaron en lugar de perseguir sus sueños cuando tuvieron la oportunidad.

Algunos querían seguir carreras diferentes.

Sus familias les dijeron que no era una buena decisión.

Sus amigos no los apoyaron y les dijeron que fracasarían.

Así que nunca aceptaron el nuevo trabajo y se quedaron en una carrera que odiaban hasta que se jubilaron.

Estos siempre fueron mis viejos pacientes amargados, pero yo tengo mis métodos y terminaron siendo mis pacientes favoritos.

Vive la vida que quieras, porque funciona, o no, tienes que intentarlo.

Si quieres cambiar tu carrera, hazlo.

No esperes, porque quizás después sea muy tarde.

Muchos de ellos dijeron que se despertaron un día, eran viejos y estaban muriendo.

Nunca esperes para hacer lo que quieres porque ese día puede que nunca llegue.

Cuando decidí viajar, fue un desastre.

¿Debo dejar mi trabajo, debo dejar a mi familia y amigos?

¿Será el mayor error de mi vida?

Así que hice lo que siempre hacía.

Hablé con los que son más sabios y han vivido: mis pacientes.

Conocí a uno que me contó sobre sus viajes a Japón y cómo vivió en Asia enseñando inglés durante 15 años.

Dijo que fue la mejor experiencia de su vida y nunca se arrepintió de haber elegido de otra manera.

Dijo que su familia pensaba que estaba loco, pero lo hizo de todos modos.

Me dijo, eres enfermera, siempre tendrás un trabajo, no tienes nada que perder.

También he tenido muchos otros pacientes que me han dicho esto.

Estuve obsesionada con vivir mi sueño durante unos 5 años antes de hacerlo.

Cuando hablé con mis amigos y familiares, fue un rotundo no.

Sara, has perdido la cabeza.

¿Por qué dejarías un buen trabajo y tus amigos y familiares para viajar por el mundo?

Dije porque quiero.

Si no lo haces ahora, nunca lo harás y te arrepentirás.

No te arrepentirás de haber puesto tu carrera en pausa.

Ganarás más viajando viendo el mundo.

Hablo por experiencia.

Conocí a mujeres que viajaban en sus 50-60-70 años que dicen que el único arrepentimiento en la vida fue no haberlo hecho antes.

La vida no se trata de dinero, fama o éxito.

La vida se trata de experiencias.

No me importa si tu sueño es ir a las Cataratas del Niágara o de Iguazú.

No pospongas lo que quieres hacer, porque ¿y si?

¿Y si mueres mañana?

¿Qué pasa si no mueres y tienes 98 años y lo único en la vida de lo que te arrepientes es no hacer lo que quieres?

Sé lo que estás pensando.

No todo el mundo puede hacer lo que quiera en todo momento.

Tiene razón en esto si lo crees.

Creo que puedo hacer lo que quiera y siempre saldrá bien.

¿Por qué?

Porque siempre me ha funcionado.

Puede que no haya sido como lo imaginaba o lo que quería, pero es mejor.

Podría ser lo que necesito, en lugar de lo que quiero.

La vida tiene una forma de cambiar y reorientarse cuando sigues tus deseos genuinos.

Tu intuición, tu instinto, ese sentimiento que simplemente no desaparece.

¿Preferirías intentar algo y fallar, o nunca intentarlo y arrepentirte?

Mi vida no ha sido la más fácil, pero ese fue el camino de mi vida.

He superado tantas dificultades y nunca la cambiaría.

Me gusta quien soy.

La lucha que vino con la vida vale la pena.

Estas luchas me han fortalecido hoy.

No pospongas algo.

Si hay algo que quieras hacer, haz que suceda.

El arrepentimiento es el peor sentimiento del mundo.

Estas no son mis palabras, sino las palabras de cientos de pacientes a los que he atendido.

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Un último arrepentimiento de muchos pacientes es que se arrepienten de no perdonar.

Se arrepienten de estar enojados y arruinar las amistades y las relaciones por la mezquindad.

A veces, el ego se interpone en el camino y no podemos superarlo.

El perdón y la gratitud son los caminos a seguir.

No se lleve estos arrepentimientos a la tumba.

Nunca me he arrepentido de mi decisión de renunciar a un buen salario para viajar por el mundo, lo elegiría una y otra vez si tuviera que decidir.

Entonces, ¿qué pospones para mañana?

¿Llegará el mañana?

Con información de: Sara Burdick

ACL/Sotomayor

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