Todo lo que necesito saber lo aprendí en la Escuela Infantil
Ser niño no significa ser irresponsable, es la habilidad para ver lo que te rodea con ojos de alegría y servicio.
Ser niño no significa ser irresponsable, es la habilidad para ver lo que te rodea con ojos de alegría y servicio
Todo lo que realmente necesito saber sobre cómo vivir y cómo ser, lo aprendí en la Escuela Infantil.
La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de los títulos académicos, sino en el montón de arena del patio.
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Estas son las cosas que yo aprendí:
- Compartirlo todo.
- Jugar sin hacer trampas.
- No pegar a la gente.
- Poner las cosas en su sitio.
- Arreglar mis propios líos.
- No coger las cosas de otros.
- Decir “lo siento” cuando hiero a alguien.
- Lavarme las manos antes de comer.
- Tirar de la cadena del WC.
- Las galletas y la leche son buenas.
- Vivir una vida equilibrada: aprender algo, pensar algo, dibujar, pintar, bailar, jugar y trabajar algo todos los días. Echarme la siesta cada tarde.
- Cuando salgo al mundo, tener cuidado del tráfico, agarrarnos de la mano y permanecer juntos.
- Estar atento a las maravillas.
- Recordar la pequeña semilla en el vaso: las raíces van para abajo y las plantas crecen hacia arriba y realmente nadie sabe cómo ni por qué, pero nosotros somos igual que eso.
- Los peces de colores, los hámster, la tortuga e incluso la primera semilla del vaso se mueven, así que también lo haremos nosotros.
- Y recuerda los cuentos y la primera palabra que aprendiste, la palabra más importante del mundo: MIRA.
Todo lo que necesitas saber está ahí, en alguna parte.
Reafirma estas ideas en esta nota
Coge cualquiera de estas normas y ponla en los sofisticados términos de los adultos y aplícala a la vida en tu familia o en tu trabajo, al gobierno o al mundo y seguirán siendo verdaderas, claras y firmes.
Piensa que una sociedad mejor puede ser si todos nosotros, el mundo entero, tiene leche y galletas a las tres, todas las tardes, y luego se echan la siesta con nosotros en las colchonetas.
Y si todos los gobiernos tienen siempre como política básica colocar las cosas en su sitio y arreglar sus propios líos.
Y comprobarás que continúa siendo cierto, no importa cuál sea tu edad, que cuando sales al mundo, lo mejor es darse la mano y permanecer juntos.
El corazón de niño nunca se pierde, solo hace falta volver a mirarlo.
(Del libro “Todo lo que hay que saber lo aprendí en el jardín de infantes” de Robert Fulghum)
AC/Kenia Meza