Todos necesitan una cultura empresarial básica

Escrito por: Manuel Díaz

Es muy difícil lograr entendimiento cuando en el grupo hay interlocutores que contrastan en nivel cultural y cantidad de información.

En la empresa familiar sucede con frecuencia que, de repente, entre los hijos y hermanos, accionistas activos y pasivos, actuales y futuros, conviven un ingeniero, un dentista, una hermana chef, el hijo violinista y el menor que se acaba de inscribir en la Facultad de Derecho.

Es importante que en el grupo de familiares accionistas actuales o que lo serán pronto, que elaboran en la empresa o que solamente serán condueños, sepan por lo menos:

De qué manera se gobierna y se representa a la empresa; qué resuelve la Asamblea y qué corresponde al Consejo de Administración; qué funciones tiene el Comisario; qué derechos tienen los accionistas minoritarios...

En lo financiero, qué información relevante te proporciona un Estado Financiero; qué señales manda el Flujo de Caja; cómo calificar un Estado de Resultados...

Y respecto a esa empresa en particular, cómo es el proceso de producción; qué factores económicos, sociales, políticos y de clima inciden en la cantidad y la calidad de la producción; cómo son las tendencias del mercado; cuáles son los activos más valiosos de la empresa...

Homologar la información y conocimiento de la empresa, o al menos acortar la brecha de conocimientos que separa a los familiares accionistas y/o futuros sucesores, es una buena herramienta para prevenir conflictos.

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