Víctima o sobreviviente. Violencia sexual (Parte 2)

Por Rosa Elvira Jacobo Lara

En entrevista realizada por Mauricio Torres de la Revista digital Expansión Política, a Saskia Niño de Rivera, presidenta de la organización civil Reinserta, publicada el pasado 5 de septiembre de 2021, la activista comparte diversos temas, entre ellos sobre su publicación del Libro “No es no” realizada con otros autores.

En la entrevista habla en particular del tema de violencia sexual, conceptos como: prevenir, tratar de utilizar un lenguaje directo y sencillo, llamándoles a los delitos como son, habla de las víctimas como sobrevivientes, y explica por qué de llamarles de esa forma.

Dice que: “sobreviviente es como debiera llamárseles a quienes han sufrido algún tipo de violencia sexual o cualquier tipo de agresión sexual y no seguirlas revictimizando.” “Sobreviviente es la capacidad de alguien para sobreponerse a una situación negativa y puede impulsar a esa persona a salir adelante de un evento traumático, y víctima para referirse al momento en que se cometió un delito.

Víctima por su propia palabra victimiza, “sobreviviente” pone a esa persona como una persona heroica, cuando eso es lo que son las personas que sobreviven a cualquier tipo de situación de violencia, ya sea abuso, trata, secuestro. Y con esa concepción psíquica es más fácil que alguien se posicione en un punto de duelo para avanzar y salir adelante de la situación que desafortunadamente le tocó vivir.”

Efectivamente, las mujeres, niñas, niños o adolescentes que pasan por una situación de esa índole, sobreviven y tienen que tomar fuerzas para salir adelante en sus vidas, en ocasiones muchos de los suicidios fueron porque pasaron por una situación de violencia sexual. Asimismo, existen muchísimos casos sin denunciar a los que se les llama cifra negra.

El tema de violencia sexual está muy cerca de cada una de nosotras, mujeres, niñas, niños o adolescentes que han pasado por una situación igual, pero que no comparten en su momento por miedo, por miedo a que no les crean, por miedo a que les digan que fue por su culpa, por miedo a que las señalen, por miedo a todo, ni siquiera lo comparten con sus seres queridos, sino hasta que pasan muchos años, en espacios fuera de su entorno, o simplemente no lo comparten nunca.

Por la problemática tan fuerte como lo es la violencia sexual a la fecha, se han realizado diversas publicaciones en el último año en México sobre el tema, entre ellos, el libro en mención “No es no”, que puede servir principalmente para apoyar a las personas en caso de llegar a sufrir algún daño sexual contra su voluntad o para la prevención de este tipo de delitos sexuales en general. Incluye testimonios, las definiciones de los delitos sexuales previstos en las leyes mexicanas y diversos llamados a la reflexión.

Otro libro publicado es, Alas Rotas: Cómo prevenir la violencia sexual infantil y ayudar a las víctimas de Josefina Vázquez Mota, presentado el pasado 18 de diciembre del 2020. Recopilación de textos de diversos autores, donde ponen de manifiesto el estado actual de este tipo de delitos, como el abuso sexual, específicamente de niñas, niños y adolescentes.

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Hace énfasis de la enorme tarea pendiente que tenemos como seres humanos, donde deberíamos proteger a la infancia desde la familia, hasta las políticas públicas de prevención de violencia sexual que los gobiernos generen para ello y se realicen acciones entre sociedad e instituciones.

Todo lo anterior, sumado a la falta de denuncia oficial por no creer en las Instituciones. Sobre esto la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2021, estima que los principales motivos que llevan a la población víctima de un delito a no denunciar son por circunstancias atribuibles a la autoridad, tales como considerar la denuncia como pérdida de tiempo con 33.9% y la desconfianza en la autoridad con 14.2 por ciento.

Otro de los temas que comparte Saskia en la entrevista, es sobre el tema de la revictimización, habla que: “Seguimos fallando como país en garantizar la no revictimización y en garantizar la justicia para una sobreviviente o un sobreviviente de violencia sexual”. Tema que, sin duda no debiera permitirse, puntualizando diversas acciones que pudieran realizarse:

• Se tiene que legislar sobre las nuevas maneras de agresiones sexuales, que existen en las redes sociales.
• Que a las sobrevivientes se les garantice la no revictimización y la justicia y un acompañamiento en absolutamente todo el proceso humano.
• Falta una propuesta de una política pública integral.
• Concientizar y el conocer como ciudadanos sobre el tema de violencia sexual.
• Respecto al tema de revictimización por violencia sexual, México por obligación debiera tomar en consideración el antecedente y criterios que existen sobre este tema y aplicarlos a detalle en México.

En documento emitido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en un caso contra Nicaragua, de fecha 8 de marzo del 2018, tomando en consideración lo más relevante precisa lo siguiente:

“En casos de violencia sexual, el Estado deberá, una vez conocidos los hechos, brindar asistencia inmediata y profesional, tanto médica como psicológica y/o psiquiátrica, a cargo de un profesional específicamente capacitado en la atención de víctimas de este tipo de delitos y con perspectiva de género y niñez.

En cuanto al examen físico, las autoridades deberán evitar en la medida de lo posible que sean sometidos a más de una evaluación física, ya que podría ser revictimizante. El examen médico en estos casos debe ser realizado por un profesional con amplio conocimiento y experiencia en casos de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, quien buscará minimizar y evitar causarles un trauma adicional o revictimizarlos.

Es recomendable que la víctima, o de corresponder su representante legal, pueda elegir el sexo del profesional, y que el examen esté a cargo de un profesional de salud especialista en ginecología infanto-juvenil, con formación específica para realizar los exámenes médicos forenses en casos de abuso y violación sexual.

Asimismo, el examen médico deberá llevarse a cabo luego del consentimiento informado de la víctima o de su representante legal, según su grado de madurez, tomando en cuenta el derecho de la niña, niño o adolescente a ser oído, en un lugar adecuado, y se respetará su derecho a la intimidad y privacidad, permitiendo la presencia de un acompañante de confianza de la víctima.”