Llaman a los sinaloenses a incorporarse a México SOS por la paz

La experiencia de Tamaulipas y otras regiones de México evidencian resultados de la Red de Mesas de Seguridad y Justicia, México SOS.

El Director General de la Fundación México SOS, Orlando Camacho Nacenta declaró que México tiene pueblos desesperanzados, “acostumbrados a nadar en el lodo. Teniendo un bonito mar, aprendemos a nadar en la porquería”, e invitó a los sinaloenses a hacer una verdadera alianza con las autoridades para hacer frente a los problemas de inseguridad uniéndose a un proyecto de México SOS por la paz.

El activista estuvo de visita en Culiacán y convocó a los representantes de todos los organismos de la sociedad civil a hacer un solo frente de unidad para resolver de fondo problemas estructurales de violencia con un solo objetivo, no jalando cada quién por su lado, ni buscando protagonismos o el aplauso.

En una conferencia con empresarios, representantes de organismos e instituciones, explicó cómo hay logrado estructurar el organismo México SOS y cómo se han conformado 36 Mesas de Seguridad y Justicia en 18 estados de México con logros significativos en la reducción de la incidencia delictiva.

Dijo que en materia de transformación legislativa no ha habido en los últimos 100 años una reforma a Códigos y a la Constitución como lo ha habido en los últimos 12 años, donde, derivado del nivel de organización y colaboración han forzado a los legisladores a considerar cambios radicales para actualizar las leyes a nuevas necesidades.

Puntualizó las reformas que agregaron al Código Nacional de Procedimientos penales, a la Ley Nacional de ejecución Penal, la creación de la Ley de Geolocalización (para detectar la ubicación de delincuentes), la Ley de Justicia Penal para adolescentes, y la Ley General de Protección a Víctimas del Secuestro, entre otras.

Sumó también las reformas y modos de actuación en materia del nuevo Sistema de Justicia Penal acusatorio, la Coordinación Nacional Anti-secuestros, la Reforma Penal al Sistema Penitenciario, la Reforma Penal de la Policía, un ataque frontal a la impunidad y a la corrupción y la generación de un número 911 nacional para denuncias y auxilio.

Comentó que ninguna de esas leyes e iniciativas salieron enteramente de la voluntad de los legisladores o del gobierno, sino que el 90% surgieron de la presión, organización y hasta redacción desde el lado de la ciudadanía.

Habló de la corrupción en las instancias gubernamentales. Refirió que el 60 % de los penales en México tienen auto-gobierno y desde dentro se orquestan, dirigen y cobran los secuestros (con rigor y jerarquías empresariales), y se originan muchos de los delitos o problemas que hay fuera. Ejemplificó el penal de Monterey, con la peor matanza de 51 muertos, teniendo por dentro un monitoreo completo de la ciudad (espejo de C4) en manos de la delincuencia y con armamento para combatir.

Al hacer una invitación a conformar la Mesa de Seguridad y Justicia de Culiacán o de cualquier otro municipio de Sinaloa, comentó que todos lo organismos de la sociedad civil debería de tener en sus requisitos que: incidan en las políticas públicas, que sus proyectos sean eficaces y de trascendencia nacional, que tengan capacidad para vertebrar proyectos, talentos y esfuerzos, solidez institucional y que sean instituciones generadoras de esperanza.

En este último punto fue donde refirió el hecho no querer seguir viviendo en la porquería, sino en una sociedad capaz de organizarse y combatir con todos los recursos disponibles los delitos o actitudes que destruyen a la sociedad.

Dijo que ya no es suficiente que los organismos se conformen diciendo que ponen su granito de arena, cuando se requiere verdadera vocación, despojarse de lo propio y hacer lo que otros deberían hacer, para que las cosas sucedan con las autoridades.