¡No dispares!, las balas son un festejo muy peligroso

En los días de fiesta ¡No dispares!, para muchas personas disparar al aire es una manera de celebrar.

La pequeña Adriana Guadalupe, jugaba como todos los días de Año Nuevo con sus primos en el patio de su casa, cuando de repente, Elizabeth y Gerardo escucharon el llanto de su hija y la vieron entrar a casa con la pierna bañada en sangre.

La impresión que estos padres recibieron es indescriptible. De inmediato, la llevaron a recibir atención médica y tras una radiografía los médicos dijeron que Adriana tenía incrustada la ojiva de una bala en la pierna. Una bala perdida hizo blanco en la el cuerpo de una inocente niña que jugaba.

Por fortuna, la bala penetró una parte de su cuerpo que no comprometía la vida de la niña. Sin embargo, otras personas no han corrido con la misma suerte.

Junto con los festejos decembrinos, llega un riesgo latente. Debido a que muchas personas manifiestan su júbilo con disparos al aire, ponen en peligro a cientos de personas inocentes.

Por ello, el llamado a tener una celebración sin balas. Esta tradición de festejar con disparos al aire resulta muy peligrosa, tanto para los que disparan, como para los que sin saber pueden ser victimas mortales de alguien que celebra.

Como sociedad es trabajo de todos fomentar el respeto a la vida de los demás. Advertir el riesgo, a las personas que si bien no buscan dañar a otros, si lo hacen. Y en algunas ocasiones hasta les causan la muerte.

Adriana Guadalupe es una víctima inocente, tuvo la fortuna de que la bala perdida cayó en su pierna y no en la cabeza.

Si vas de festejar, permite que el convivio sea alegre para todos. No la desgracia de inocentes. ¡Alto, No dispares!