Mediante vibraciones, las personas con discapacidad auditiva disfrutaron del concierto.

La tecnología y la música se llevan bastante bien, y gracias a dispositivos transmisores incrustados en el chaleco del Corona Capital, las personas sordas e hipoacúsicas disfrutaron del evento masivo.

En la pasada edición del Corona Capital, los organizadores quisieron ofrecer un servicio nuevo, para una audiencia específica, y demostrar que la música no tiene fronteras.

Esto fue posible mediante la implementación de un dispositivo transmisor, semejante al utilizado en los equipos de realidad aumentada de los videojuegos, en un chaleco que permite sentir vibraciones con cada onda sonora emitida por los músicos.

De esta manera, en el evento se ofrecieron 15 chalecos que estuvieron en rotación constante y sin costo adicional, entre los asistentes con debilidad auditiva.

Cabe destacar que este sistema estuvo conectado directamente con la salida de audio de los escenarios del Autódromo Hermanos Rodríguez.

Para hacer realidad este suceso, Corona entabló una alianza con la organización Silencio A.C., a fin de ofrecer la innovación a las personas que no pueden escuchar y vivir experiencias al igual que individuos sin ninguna discapacidad.

Dicho lo anterior, la empresa OCESA participó para hacer realidad esta idea, señaló el responsable de las plataformas de Corona Capital Alejandro Gershberg.