Explorando el futuro de la habla sintética
Avances en la Tecnología de Voces Sintéticas: Beneficios y Consideraciones Éticas
OpenAI ha compartido los resultados preliminares de la vista previa a pequeña escala de Voice Engine, un modelo innovador que tiene el potencial de crear voces sintéticas de manera realista.
Este avance tecnológico, que utiliza una muestra de audio de 15 segundos y entrada de texto para generar habla natural, podría tener aplicaciones revolucionarias en una variedad de campos.
Desarrollado por primera vez a finales de 2022, Voice Engine ha sido utilizado para alimentar las voces predefinidas disponibles en la API de texto a voz, así como en otras aplicaciones como Chat GPT Voice y Read Aloud.
¡Recibe las últimas noticias!
Sin embargo, su lanzamiento a gran escala se ha detenido temporalmente debido a preocupaciones sobre su posible mal uso.
La vista previa limitada de Voice Engine ha revelado algunas aplicaciones prometedoras. Por ejemplo, empresas como Age of Learning están utilizando esta tecnología para proporcionar asistencia de lectura a no lectores y niños, mientras que HeyGen la está empleando para traducir contenido audiovisual y llegar a una audiencia global.
Además, organizaciones como Dimagi y Livox están explorando cómo Voice Engine puede mejorar la prestación de servicios esenciales y apoyar a personas con discapacidades del habla.
A pesar de su potencial, Voice Engine también plantea desafíos importantes, especialmente en términos de seguridad y ética. Existe el riesgo de que esta tecnología se utilice para la impersonificación o la difusión de información falsa.
Para abordar estas preocupaciones, OpenAI está trabajando con diversos socios, incluidos gobiernos, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil, para desarrollar salvaguardias y políticas de uso responsables.
Aunque el despliegue masivo de Voice Engine aún no está decidido, su vista previa destaca la importancia de debatir los desafíos y oportunidades asociados con las voces sintéticas.
Es fundamental que la sociedad comprenda el potencial y los riesgos de esta tecnología en evolución, y que se tomen medidas para garantizar su uso ético y responsable.