La pesca de pez Pajarito en Mazatlán, única en el mundo de interés comercial

La pesca de pez pajarito en Mazatlán es única por sus características de consumo y su alta preferencia en la culinaria porteña. Es una volátil actividad pesquera que sólo se da a finales de abril y durante mayo.

El pez pajarito (Hyporhamphus spp) es también conocido como: agujeta blanca, escribano, balajú o pajarito blanco del Atlántico. En pocos países se captura con fines de consumo y comercial, por su pequeño tamaño, pero en Mazatlán es altamente preferente.

En otros lugares usan el pez pajarito como señuelo de pesca de otras especies, pero en pocos destinos lo pescan con fines de consumo humano, y menos de venta a gran Escala.

Los peces pajaritos son migratorios, casi todos los años se dan arribazones masivas de cardúmenes a la bahía de Mazatlán, en la franja de las 3 islas frente al Malecón. Su cita es con fines reproductivos.

La pesca se da en el momento más romántico de los peces

La pesca se da durante el desove de las hembras y el cortejo de los machos en fecundación. Ese momento de distracción permite a decenas de pescadores sorprenderlos en su letargo mediante una captura con redes de pesca de atarrayas y cucharones de malla.

Las corridas de peces pajaritos a Mazatlán no son seguras, no todos los años llegan (como sucedió en el 2012 y regresaron hasta el 2018). Eso tiene que ver con las temperaturas del agua, las corrientes marinas o sitios alternativos de reproducción.

Por este mismo motivo la pesca es incierta, así como los días que durará la actividad. En un solo día de pesca cada embarcación puede acumular desde 200 kilos hasta más de 2 toneladas, dependiendo de la abundancia de peces.

El consumo de pez pajarito es un gusto adquirido de los mazatlecos

Ese factor determina también el valor comercial de los peces en el mercado. Mayormente la venta se hace en las noches a orilla de playa. Ahí mismo hay personas que ofrecen servicio de desvicerado y limpia.

Muchos restauranteros hacen compras masivas para tener peces congelados durante todo el año para su menú. En Mazatlán es un platillo muy popular, preferido por todos los sectores de la población.

Aunque la especie más común es el Pajarito blanco del Atlántico (Hyporhamphus unifasciatus), por el Océano Pacífico, en Mazatlán se han identificado al menos 7 de estas especies.

Durante sus migraciones utiliza el agua de bahías, poco profundas y menos agitadas, para su reproducción.

Durante el cortejo, en el fondo marino quedan toneladas de huevecillos esparcidos en viveros naturales sobre el lecho rocoso o de arena, de manera que los pececillos al nacer tengan garantía de sobrevivencia.

En Mazatlán, la pesca es todo un espectáculo cultural que llena de luces la bahía. Es un proceso que se realiza durante el ocaso y la noche. Los pescadores colocan en las embarcaciones unas lámparas cuya luz dirigen al agua para ubicar y atraer al cardumen.

El pez pajarito es un pez diminuto de escasos 20 centímetros de largo, sin dientes, tiene una mandíbula inferior extendida en forma de pico, de ahí deriva su nombre de “pajarito”, en tanto que la mandíbula superior es muy corta y triangular. Tiene una cresta desarrollada antes del ojo.

Según el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, es un pez verdoso en el dorso, plateado blando debajo; con 3 líneas negras distintivas desde la cabeza hasta la aleta dorsal; una franja plateada desde la apertura del opérculo hasta el extremo de la base de la cola; punta del pico roja; cola clara, con bordes oscuros.

La comunidad científica de Mazatlán ha manifestado de manera reiterada su preocupación porque es una pesca no regulada, que tampoco existe en la Carta Nacional Pesquera, no existen permisos para su captura, ni se tienen estudios de sustentabilidad de la pesca.

El organismo no gubernamental Son Playas, ve serias amenazas para la continuidad de la pesca, y alientan un plan de manejo que incluya estudios y veda de la especie.

Los arribazones de pez pajarito regularmente llegan a Mazatlán justo en los días de mayor crisis pesquera, cuando no hay recursos por capturar. Representa un gran aliento económico para los pescadores, y un festín para los consumidores.

La pesca de pez pajarito es un espectáculo único en el mundo que distingue a Mazatlán.