Sorpréndete con la Casa de los Azulejos en CDMX
En cada azulejo, en cada paso, se teje un tapiz de memorias que nos conecta con nuestro pasado, presente y futuro.
Ubicada entre Cinco de Mayo y la Peatonal de Madero, se yergue majestuosa una bella dama, aquella que según la leyenda nació del deseo de un joven por demostrar su valor. Un joven que sin querer terminó por mostrar mucho más que eso.
Oh, antigua dama de azulejos, que con tu belleza cautivas a todos a pesar de los siglos. Entre tus pasillos aún resuenan cuentos de amor y desdén de épocas pasadas, historias que se entrelazan con la esencia misma de la Ciudad de México.
Desde el corazón del país, sigues demostrando sentimiento en cada detalle, como si cada azulejo contara una parte de tu historia, una parte de la historia de todos nosotros.
¡Recibe las últimas noticias!
Aún recuerdo el momento en que te conocí, tus azulejos y cerámicas inmortalizados en mi memoria. Conocer tu historia fue todo un viaje a través del tiempo, una mirada al pasado que reveló tus glorias y tus tragedias.
En cada azulejo, en cada paso, se teje un tapiz de memorias que nos conecta con nuestro pasado, presente y futuro, haciendo de ti un testigo eterno de la historia, por eso pienso que debió ser difícil albergar a tan importantes personas en tu interior, como los Condes del Valle de Orizaba, quienes desde un principio no supieron valorar tu belleza y te cedieron sin remordimiento.
De mano en mano pasaste, desde personas acaudaladas demostrando el cinismo de la riqueza en México hasta convertirte en la sede de “la casa del obrero mundial”, un símbolo de igualdad y lucha por los derechos laborales.
Aún así, sin importar quién sea el dueño de tu corazón, día a día brindas a nuestra gente esa gracia tan característica de una majestuosa casa, tal y como lo eres tú. Tu esplendor perdurará por generaciones, recordándonos siempre que la verdadera belleza reside en la historia que llevamos dentro.
Así se mágica es la Casa de los Azulejos en Ciudad de México.