La ventana fitosanitaria conlleva la Suspensión de cultivos por 3 meses. Se protegen cultivos pero escasea e trabajo.

Villa Juárez, Sinaloa. Los meses de junio, julio y agosto son el período de menos empleo en el valle de Culiacán y región de Villa Juárez al aplicarse la ventana fitosanitaria, que impide tener cultivos en pie para evitar la proliferación de plagas como la mosquita blanca.

En Sinaloa en estos tres meses se suspende el cultivo de hortalizas y cualquier otro cultivo que pueda funcionar como hospedero de plagas. El acuerdo entre agricultores y autoridades de Sanidad Vegetal pretende cortar el ciclo biológico de las plagas entre un ciclo agrícola y otro.

Después de Semana Santa baja la producción de hortalizas de manera considerable al madurarse los cultivos. Es tiempo que aprovechan los jornaleros agrícolas provenientes de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Morelos y Michoacán para regresar a sus lugares de origen y hacer sus siembras.

Durante la ventana fitosanitaria comunidades como Villa Juárez, y el resto de campos agrícolas en Sinaloa, prácticamente se quedan con su población residente, ante la ausencia de los trabajadores migrantes.

Algunos de los jornaleros migrantes de Villa Juárez continúan después de Semana Santa a los cortes de uva en Sonora, o a las fresas y tomate en Baja California.

Durante junio, julio y agosto los productores de hortalizas se dedican a destruir los cultivos viejos llamados “socas”, para no permitir plagas. Los jornaleros agrícolas que permanecen en los campos en ese tiempo se dedican a retirar los estacones de soporte, los plásticos de acolchado, las cintas de riego y los ganchos de soporte en invernaderos.

En ese tiempo también los agricultores voltean la tierra con trabajos de laboreo, recogen las mallas de casa sombras para evitar daños por lluvia o huracanes.

Ya en agosto vuelven a hacer los surcos, camas, instalación de ganchos y ovillos de rafia para prepararse a iniciar los planteos a partir del primero de septiembre, cuando finaliza la ventana fitosanitaria.

En noviembre vuelve la vida en Villa Juárez y el resto de los campos de Sinaloa cuando se generalizan las cosechas de hortalizas.

Imagen: Christian López.