Eduardo Russell es un apasionado del básquetbol e impulsor del deporte en La Palma.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
La historia de Eduardo "El Chueco" Russell Godoy es la de un hombre dedicado a transformar su comunidad a través del deporte.
A sus 40 años, este apasionado del básquetbol se ha convertido en un verdadero impulsor del deporte en Navolato, y específicamente en La Palma, su lugar de origen, lugar por el que siente un aprecio especial junto con la gente que ahí vive.
Un hombre que ama su pueblo
"Siempre me ha gustado mucho La Palma", comenta Eduardo con una sonrisa para Tus Buenas Noticias.
Aunque sus padres viven en San Bernardino, California, Estados Unidos, él decidió hacer su vida en Sinaloa, donde creció, se enamoró y formó una familia con Jenny Parra Alvarado. "Aquí me puse de novio, me casé e hice mi vida", recuerda con orgullo.
Desde pequeño, Eduardo mostró una gran inclinación por el deporte. Inició jugando fútbol y llegó a ser portero en la tercera división del equipo Santos Laguna. Sin embargo, su verdadera pasión siempre fue el básquetbol.
"Yo formaba parte del Santos Laguna, era el portero de la tercera división y me gustaba mucho, pero me cortaron del equipo porque siempre me brincaba en las noches para jugar básquetbol a unas canchas que estaban ahí cerca", confiesa entre risas por esa travesura propia de un adolescente.
Esa decisión lo llevó de regreso a Navolato. Llegó a su casa en La Palma, donde comenzó a inculcar el amor por el básquetbol en su comunidad.
El hallazgo de una pasión
Después de haber jugado en los campos de fútbol por al menos 10 años, debido a una condición en su salud, “El Chueco” se vio obligado a ir a vivir junto a sus padres en Estados Unidos, lugar donde encontró una nueva pasión.
El básquetbol. Fue solo un año el tiempo necesario para hacer de él un amante del deporte ráfaga.
A su regreso de Estados Unidos, Eduardo trajo consigo un estilo de juego diferente, que rápidamente ganó popularidad en Navolato y Culiacán.
Un impulsor del deporte
Fundó el equipo "Empacadores de La Palma" en 2013, un proyecto que nació de su deseo de ofrecer a los jóvenes una alternativa sana y motivacional. "Me siento muy feliz sobre todo por los niños porque es algo motivacional para ellos", afirma Eduardo.
Su dedicación ha dado frutos impresionantes. Hoy, "El Chueco" tiene a 130 niños entrenando, sin cobrarles nada, todo por amor al deporte y a su comunidad.
"Mi primer objetivo es quitar ese estigma de violencia en La Palma, que la gente vea que aquí hay un equipo profesional, que hay deporte", explica con determinación.
Un sueño hecho realidad
Para “El Chueco”, cada logro es un paso más hacia un futuro mejor para los jóvenes de La Palma. Sus hijos, Eduardo Jr., Kobe Bryant, y su pequeña hija de 4 años, también forman parte de este sueño.
"Es un orgullo para mí ver a mi hijo mayor jugando y traer juntos a La Palma el primer campeonato de básquetbol", dice emocionado.
Su carrera como jugador es igualmente impresionante. Desde jugar en Wester High School en Anaheim, California, hasta formar parte del roster de “Cañeros de Navolato”, Eduardo ha demostrado ser un formidable canastero.
Un campeón en su deporte
Ha sido campeón en diversas competencias y ha dejado su marca en torneos como el de tercera fuerza en 2007, donde promedió 35 puntos por juego, y en el torneo de primera fuerza en 2011, donde promedió 26 puntos por juego.
"En 2010 jugué un juego de liga nacional con los Algodoneros de Torreón vs el ITSON y en ese juego metí 32 puntos", recuerda con honra.
En 2012, “El Chueco” fue campeón de la Copa Gobernador con “Garra Cañera” y jugó en el CIBACOPA con el mismo equipo. En 2013, fue el cuarto mejor canastero en la liga CIBANORO, siendo el único mexicano en esa lista con un promedio de 22 puntos por juego.
En 2015, fue subcampeón con “Empacadores de La Palma“ en el CIBAPAC, y en 2016 fue campeón y MVP del torneo estatal de los barrios en Mazatlán.
El cambio de vida llega con grandes compromisos
Eduardo "El Chueco" Rusell Godoy no solo ha dejado una marca en el deporte, sino que también ha cambiado vidas, sacando a los niños de la calle y alejándolos del peligro a cambio de una vida sana y deportiva.
“El Chueco” demuestra que por medio del deporte se puede llegar a transformar vidas, es uno de los fundadores de “Los Empacadores” de La Palma, pero no solo eso, es un ejemplo de dedicación y pasión del juego de canasta.
Eduardo no solo encesta balones, también anota puntos para que los jóvenes de La Palma Navolato, tengan una vida más prometedora. Con el basquetbol los lleva lejos del peligro y cerca del deporte.