¿Por qué visitar la Bahía de Altata?

La población del centro de Sinaloa encontró las mejores razones para visitar la Bahía de Altata, pasando a ser el segundo destino de turismo más frecuentado. A pesar de no tener suficiente infraestructura de hospedaje es atractivo por sus playas, vegetación de manglar, gastronomía y diversión.

Por: Juan Francisco Sotomayor

Sobran razones para visitar la bahía de Altata. Su naturaleza, pesca, paisaje, malecón, gente, gastronomía e historia, son las principales.

La población del centro de Sinaloa encontró las mejores razones para visitar la Bahía de Altata, pasando a ser el segundo destino de turismo más frecuentado. A pesar de no tener suficiente infraestructura de hospedaje es atractivo por sus playas, vegetación de manglar, gastronomía y diversión.

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Se estima que Altata recibe al año unos 800 mil visitantes. La mayoría acude a este destino de playa los fines de semana y en período vacacional. Por tener aguas quietas la bahía es un atractivo balneario familiar de poca profundidad.

Algunos de los motivos para visitar altata son:

POR SU NATURALEZA

La bahía de Altata- Ensenada del Pabellón tiene un litoral de 70 kilómetros. La ribera que conecta el mar con el macizo continental en su mayoría está cubierto de vegetación de manglar y exuberantes esteros, incluida la boca del río Culiacán. Tiene pequeños islotes que son sitos de percha y reproducción de una gran diversidad de aves marinas y playeras.

POR SU PESCA

Junto con la Bahía de Santa María, la Bahía de Altata-Enesnada del Pabellón se ubica entre los centros de pesca más importantes de la Costa del Pacífico. El principal producto de pesca es el camarón, seguido de las jaibas, pescado, ostiones y almejas. Se compone de un cuerpo de agua de 360 kilómetros cuadrados de humedales. Es el punto de embarque para pesca deportiva en mar abierto. Sede de importantes eventos de competición para pesca de marlín, picudos, y dorados.

POR SU PAISAJE

La bahía de Altata-Ensenada del Pabellón suma a su paisaje de manglares y esteros la barra arenosa de la Península de Lucenilla que lo separa del mar abierto. Se conforma de espectaculares dunas y una playa lineal de olas altas en ambiente solitario. Al navegar por la quietud de las aguas al interior de la bahía es frecuente el avistamiento de simpáticos delfines.

POR SU GENTE

La población de Altata es bullanguera por naturaleza, festiva y amistosa, característica de los campos pesqueros sinaloenses. Sus habitantes suelen ser buenos anfitriones para acompañar a los visitantes y durante la prestación de servicios turísticos.

POR SU MALECÓN

El lugar de encuentro y recreación para los visitantes de Altata es su malecón. La comunidad de Altata se distingue por tener un malecón de un kilómetro de extensión, con una importante franja a manera de explanada que no distingue de clases sociales. Es el sitio para bañistas, paseos en lancha, en bici y área de restaurantes.

POR SU GASTRONOMÍA

Altata es un destino preferido por su gastronomía, la mayoría de sus visitantes se refugian en este rincón frente al mar para degustar exquisitos platillos a base de pescados y mariscos.

Hay un conjunto de restaurantes tradiciones a orilla del malecón donde los comensales ya tienen identificado el sazón de cada cocina.

Se suma la cadena de restaurantes del “Muelle 33”, que aglutina a los restauranteros que antes estaban en el agua en línea de playa, con suculentos platillos de barra caliente y barra fría. En la zona de la Isla Cortés te espera el restaurante La Marina y Club de Yates, gastronomía en otro nivel.

POR SU HISTORIA

Antes del poblamiento del hombre blanco la región de Altata estuvo poblada por indígenas concheros, en las primeras crónicas se refiere la tribu de los Tahues.

Hernán Cortés visitó el sitio a causa de un naufragio navegando a Las Californias, llamando al sitio El Puerto del Guayabal. Por ser una bahía de aguas profundas Altata fue considerado puerto de Altura. Y durante los siglos XIX y XX cobró importancia como embarcadero comercial de granos, azúcar, alcohol y aguardiente.

Por los daños causados con la influencia de huracanes la bahía fue perdiendo profundidad, se degradó a puerto de cabotaje, y finalmente no apto para la navegación de buques, ni entrada de ballenas.

El puerto de Altata estuvo enlazado con la ciudad de Culiacán mediante un tendido de vías de ferrocarril para el traslado de mercancías y pasaje. Uno de sus trenes más emblemáticos fue “El Tacuarinero”.

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