Un buen ambiente laboral incrementa la productividad de la empresa. Pero, ¿qué tanto te debes llevar con tu jefe?
Por: Kenia Meza
Las relaciones de amistad entre el jefe y el colaborador, deben de ser honestas y totalmente transparentes.
Bien dicen que todo en exceso es malo, y aunque pases la mayor parte de tu día en la oficina, debes aprender a establecer límites en tus relaciones laborales con tus compañeros y sobretodo, con tu jefe.
El estudio Creating a Positive Workplace for Your Associates de la Universidad de Florida, detalla que una relación de respeto y confianza entre los trabajadores y sus jefes, da como resultado una mayor colaboración, innovación y eficiencia en el lugar de trabajo.
Sin embargo, es clave saber cómo actuar frente al tipo de jefe que tienes, ya que si es una persona que explota constantemente, puede que te desmotives rápidamente. Y de forma opuesta, si él es demasiado suave, es probable que caiga en la falta de liderazgo.
Por ello, como subordinado es muy importante detectar el estilo de trabajo desde un principio, y como jefe, debe ser receptivo ante las señales que el equipo envía: baja productividad, rumores, ambiente laboral tenso, entre otras.
Entonces, ¿cómo debe ser la relación de amistad entre un jefe y un empleado?. En la actualidad, las empresas han comenzado a adoptar un estilo de manejo y liderazgo basado en las personas como una ventaja competitiva.
El director de la consultora de gestión de recursos humanos CEREbranding, Sergio Talavera, señala que la relación amistosa entre un jefe y un empleado es un tema de conciencia y madurez.
Además, señala que es importante crear vínculos que aumenten la capacidad y el desempeño del equipo a través de la comunicación clara y efectiva, así como brindar espacios de retroalimentación periódica.
Aunado a lo anterior, el reporte ‘State of the Global Workplace’, elaborado por Gallup, indica que el 85 por ciento de los colaboradores de una empresa experimenta frustración o no se siente parte del equipo, debido a que no saben llevar una relación profesional constructiva.
Por esta razón, el excoach de empresas como Dropbox y Twitter Kim Scott propone el término radical candor (franqueza radical), con el cual detalla la necesidad de confrontar el comportamiento socialmente aceptado de evitar decir lo que se piensa por miedo al conflicto o la pena.
A su vez, la franqueza refiere a la importancia de comunicar. “Un líder debe aprender a demostrarles a los empleados que le importan, y la mejor manera de hacerlo es a través de desafiarlos para obtener mejores resultados”.
Es así que Talavera puntualiza que para tener una amistad fuera del ambiente laboral, éstas deben ser maduras, honestas y transparentes, a fin de no afectar la productividad.
Esto quiere decir que un líder debe ser consciente de que su rol es motivar la dinámica del grupo así como construir una credibilidad como jefe.
¿Qué opinas al respecto?