La ayuda que recibió de niño ante la muerte de su padre le dio fortaleza para ser un líder servicial con los indígenas?
Por: Juan Francisco Sotomayor
La ayuda que recibió de niño ante la muerte de su padre le dio fortaleza para ser un líder servicial con los indígenas?
Los Triquis son un grupo indígena que originalmente se distribuyen en diversas zonas de Oaxaca, pero debido a los conflictos sociales, políticos, la falta de oportunidades de estudio y de empleo, la mayoría de ellos han emigrado a los estados de Sinaloa, Sonora, Baja California, Ciudad de México, entre otros.
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Juan López García, Juanito como lo conocen, fue llevado por sus padres migrando a otros estados para mitigar el hambre y buscar mejores oportunidades trabajando en el campo.
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Su padre era jornalero, como la mayoría de las personas que pertenecen a este grupo indígena. Ellos en su tierra viven del cultivo de maíz, frijol, calabaza, chile y quelite. Los hombres en su mayoría comienzan las labores desde jóvenes, se enlistan en las rutas de trabajo acompañados de sus familiares.
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Villa Juárez, Navolato, es uno de los centros de trabajo más importantes de todo el país. La familia de Juan López llegó a Campo Gobierno en 1970. Por una temporada corta se establecieron en un campo agrícola, pero no se adaptaron al lugar porque el clima era muy caliente en comparación con Oaxaca.
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Un día decidieron trasladarse a la ciudad de Ensenada B.C. para continuar con la ruta de trabajo. Nunca imaginaron que en ese lugar encontrarían la desgracia.
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?Parecía un día común, su padre salió al campo a trabajar, en el trayecto sufrió un accidente automovilístico junto a un grupo de jornaleros. Ahí perdió la vida.
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Juanito recuerda con una mirada triste aquel hecho que lo marcó por siempre. Con apenas 6 años de edad, se encontraba frente a la orfandad cargando la tristeza. Fue el inicio de un tiempo de dificultades.
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Su madre y hermanos mayores se encontraban desesperados, no podían comunicarse con otras personas, porque sólo hablaban en Triqui. En el campo una pareja de hermanos les tradujo al español y los orientó para que pudieran recibir la indemnización de su padre, y poder así regresar a Oaxaca.
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?Esa vez el regreso a casa fue el trago más amargo de su vida. Los niños fueron el soporte de su madre. Juanito López no tuvo estudios, dentro de su comunidad hay muy pocas oportunidades de educación, su mejor opción fue aprender las labores del campo.
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Años más tarde, el trabajo lo hizo volver para quedarse en definitiva en Villa Juárez. Siendo Triqui le asombró conocer la gran diversidad de culturas y lenguas que existía en los campos agrícolas en el valle de Culiacán, con ellos aprendió a hablar otras lenguas.
Ver las necesidades de las indígenas que iban de paso por la sindicatura y los que ya estaban asentados le hacía recordar aquel gesto solidario que tuvieron quienes les tradujeron durante la muerte de su padre. Así comenzó a ayudar a los migrantes.
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Con esa humildad y compromiso se fue forjando como líder. Poco a poco fue ganando el reconocimiento de jornaleros. Su compromiso es tender la mano a indígenas que lo necesiten. Dice que la interacción con los Triquis, Zapotecos y Mixtecos lo hacen recordar sus raíces.
A los migrantes les traduce los diálogos en la consulta médica, al momento de realizar algún trámite, y los orienta para que hagan valer sus derechos dentro de los campos agrícolas.
Juanito López forma parte del movimiento nacional ¨Frente de Unificación de la lucha Triqui¨. Hace unos meses representó a Villa Juárez en la ciudad de México durante reunión de líderes en el Instituto Nacional de los Pueblos Originarios.
?Su mayor satisfacción es ayudar a grupos indígenas en su paso por la sindicatura. Tiene 19 años sirviendo. Ha juntado su amarga experiencia y el amor para ser el protector de los indígenas en Villa Juárez.
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Fotografía e imagen: Christian López