Llenar el formato y llevarlo a la institución bancaria de tu elección, es necesario para realizar el proceso de portabilidad.
Por: Tus Buenas Noticias
Solamente necesitas elegir el banco de tu preferencia y llenar la documentación necesaria para el cambio.
Como trabajador tienes el derecho de elegir la institución bancaria de tu preferencia para el depósito de tu nómina en el momento que lo desees.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), establece que la portabilidad de nómina es un derecho que permite transferir el sueldo del trabajador al banco de su preferencia de forma sencilla y rápida.
Para poder realizar el cambio, conocido como “portabilidad”, el trabajador debe acudir al banco donde la empresa deposita su nómina y llenar un formato de solicitud de transferencia.
En el caso de contar con una cuenta en el banco de su elección, solamente debe presentar el contrato que lo avala como cliente, su estado de cuenta, el plástico (tarjeta) y una identificación oficial. De ahí que si el interesado no posee una cuenta, deberá preguntar los requisitos para aperturarla.
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Posteriormente, el trabajador deberá llevar la documentación a la sucursal de la entidad financiera elegida.
Es importante mencionar que en los requisitos también se encuentra presentar la referencia de la cuenta CLABE del banco donde recibe su nómina y la referencia de la institución donde quiere llevarla.
Así mismo, el cambio de portabilidad no tiene ningún costo al ser un derecho del trabajador. Por lo que no se cobra ninguna comisión asociada a la transferencia o la solicitud.
Al concluir con el trámite, la Condusef indica que la portabilidad puede tardar de uno a 10 días hábiles a partir del momento en que se comenzó el trámite.
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No obstante, si el trabajador tiene créditos de nómina vigentes, podría ser un motivo de rechazo para negar el cambio, puesto que la institución podría solicitar la liquidación de la deuda para poder empezar con el proceso de portabilidad.
Con información del Economista
Imagen: El Economista