Todos los días escuchamos los grandes beneficios de hacer Home Office. Eso no es novedad. Lo importante acá es hacerte la siguiente pregunta: ¿Sabemos hacerlo? ¡Bienvenido al mundo Post-Covid-19!
Por: Juan Pablo Ramirez Zuluaga
Todos los días escuchamos los grandes beneficios de hacer Home Office. Eso no es novedad. Lo importante acá es hacerte la siguiente pregunta: ¿Qué tan preparados estamos para hacerlo? ¡Bienvenido al mundo Post-Covid-19!
Para nadie es un secreto que muchas organizaciones llevan varios años dando la opción a sus empleados de hacer home office. De hecho, empresas como Cisco, pionera en esta modalidad laboral, ha manifestado en repetidas ocasiones los múltiples beneficios que ellos obtienen como empresa en términos de productividad.
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En conclusión, nada cambia, todo sigue igual, pero en línea. Mucho camino por recorrer. Nivel 3: Adaptación al medio En este nivel las cosas empiezan a ponerse interesantes. Entorno Google, documentos vivos y actualizados en tiempo real, discusiones y argumentaciones que llevan a soluciones rápidas. Mayor entendimiento de los proyectos. Ahorro de tiempo, y menor riesgo de perdida de información. Esto sin mencionar el establecimiento de una serie de parámetros que nos ayuden a definir cuándo sí y cuándo no se deben hacer reuniones. Aquí cobra especial importancia el dicho: “Acabo de sobrevivir a una reunión que pudo ser un email” ¡Pero cuidado! Para todo esto, se debe reforzar la comunicación escrita efectiva, ya que, es crítica para las empresas que adoptan el nivel tres de trabajo remoto. No lo debemos olvidar. Nivel 4: Comunicación asincrónica Ya en este punto nos encontramos con empresas que han llegado a la denominada comunicación asincrónica. Aquí el grado de madurez de tu organización debe ser muy alto. Te enfrentas con el reto de entender y asimilar qué en realidad, la mayoría de las cosas no requieren una respuesta inmediata. Entiendes qué para la mayoría de las cosas, un correo o mensaje de texto debería ser suficiente para hacer lo que se requiere, pero, además, debes tener claro que el destinatario, no está obligado a responder instantáneamente y que esto, no es una falta ni de respeto, ni de interés y mucho menos una falta responsabilidad o profesionalismo. Si lo analizas, ganas mucho. Los colaboradores tienen tiempo de pensar, analizar, crear y entrar en lo que los expertos llaman “Flow”; un estado donde todos somos mucho más efectivos y productivos. El resultado: mejor toma de decisiones, respuestas más analíticas, mejores soluciones para la organización y, por consiguiente, mejor impacto y resultados. Nivel 5: "Nirvana" Si llegamos a este punto del texto es muy seguramente porque sabes que este es el camino y quieres entrar en “Nirvana” Para el creador de Wordepress, el nivel 5 es donde “diseñas el entorno” cultural y físico de la organización. Donde sabes que como empresa puedes ser mucho más efectivo, pero con mucho menos esfuerzo. Vaya: el estado ideal y soñado. En el nivel “Nirvana” los trabajadores no solo saben qué hacer y por qué hacerlo, sino que además aportan toda su creatividad a la hora de generar soluciones que ayuden a la consecución de objetivos organizacionales. Los miembros de la organización son felices y se sienten útiles. Saben y comparten el propósito de la empresa y todo fluye. En pocas palabras, diseñan una jornada laboral para optimizar su salud, su desempeño y su balance vida-trabajo. No es una tarea sencilla y requiere de mucha madurez organizacional, análisis y trabajo, pero es alcanzable. Si te sirve como inspiración, aquí te dejamos el “Automattic Creed”, el texto en el que se refleja la filosofía de la empresa liderada por Matt.