Algunos policías se quedaron con barriga llena y corazón contento, y otros se comieron la torta antes del recreo.
Por: Juan Francisco Sotomayor
Algunos policías se quedaron con barriga llena y corazón contento, y otros se comieron la torta antes del recreo.
El tiempo de Covid no sólo debe ser restricciones y desgracias, jóvenes arman coperacha para regalar tortas a policías de Culiacán, en agradecimiento de su servicio en medio del calorón y jornadas dobles.
A iniciativa del programa Ser Policía, que no maneja fondos, pero sí sobrado entusiasmo por reconocer el trabajo de los agentes de seguridad pública de las diferentes corporaciones, un grupo de jóvenes de Culiacán se organizaron para llevar un refrigerio a los polis, como suele decírsele a los agentes municipales.
La idea les pareció buena, y pronto de su propio bolsillo empezaron a cooperar para comprar los panes, el relleno y las bebidas. Ellos mismos prepararon las tortas. Con entusiasmo les colocaron la cochinita pibil y los aderezos, luego las envolvieron en bolsas de papel.
Cargando las hieleras con las tortas calientes y las bebidas frías, tomaron calles sin destino fijo, para buscar policías en activo. Al encuentro con las patrullas les hacían señal de parada. Y en vez de que los policías dieran ayuda, recibían de las manos de estos jóvenes una torta por persona y una bebida energizante.
En cada encuentro los policías tuvieron primero una reacción de asombro al recibir la modesta ayuda, y luego el encuentro se tornó en agradecimiento. Pocas veces alguien los llama para agradecerles, y menos para ofrecerles una atención.
En ese encuentro los jóvenes les dijeron a los policías que su trabajo es muy importante para la sociedad de Culiacán, y les agradecieron, que al igual que el personal de salud, los agentes de seguridad fueron de los trabajadores que no tuvieron cuarentena durante estos días de pandemia del COVID-19.
Este ejercicio de ayuda y satisfacción fue recíproco para los oferentes, como para los receptores. Cumpliendo con el dicho de “barriga llena, corazón contento” los policías seguían con su ruta de vigilancia y los jóvenes voluntarios cobraron más ánimo para seguir su ruta de ayuda.
Así recorrieron gran parte de la ciudad dando su torta a agentes de tránsito y policías municipales, principalmente. El recorrido incluyó las casetas de policías donde se da el cambio de turno en Valle Alto, La Campiña y el Parque Constitución. Así se iba cumpliendo la consigna de regalar tortas a policías de Culiacán.
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Y finalmente, al oscurecer, llevaron la última entrega de tortas a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, para que los policías guardaran algo para la noche. (aunque más de alguno se ha de haber comido la torta antes del recreo, como dice el dicho).
Daniel Gutiérrez Moore, responsable del programa Ser Policía, agradeció a los jóvenes que se involucraron en la actividad de entrega de tortas a policías de Culiacán, y destacó que la finalidad de esta modesta acción es que los agentes de seguridad se den cuenta que se reconoce el gran esfuerzo que hacen por la sociedad, aún en tiempos de pandemia.
De su experiencia en esta “tortiza”, dijo que se queda con el gusto de escuchar que los propios policías les hicieron saber que eso no se ve todos los días, y se quedaron muy agradecidos por el detalle.
Culiacán necesita seguridad, pero más necesita que la gente exprese algo de su buen corazón.