El comandante Cosío tiene licenciatura, maestría y va por el segundo doctorado y sigue haciendo rondines por la ciudad.
Por: Juan Francisco Sotomayor
El comandante Cossío tiene licenciatura, maestría, va por el segundo doctorado, y sigue haciendo rondines por la ciudad.
Ser policía no es sólo ponerse el uniforme afirma Héctor Luis Gutiérrez Cossío. Un hombre sencillo con autoridad en el tema policial, pues tiene 23 años de servicio. Ha sobrevivido a miles de intervenciones y es, aunque pocos lo saben, el policía con doctorado que patrulla las calles de Culiacán.
Ser policía es una vocación que escogió de joven, no es porque no había otra opción. Es porque quería ser un policía, pero de los buenos, que dignificara el oficio. Así han pasado más de dos décadas gastando uniformes azules y usando toda clase de fornituras.
El comandante Cossío como le dicen, es el director de la Policía Municipal, Unidad Preventiva de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán. No es una responsabilidad que le dieron por encargo político, se la ha ganado a pulso con su dedicación.
Vestido de azul es el policía municipal. Pero, más allá de sus ropas, en la vera de la jornada se ha dado tiempo para estudiar una licenciatura en derecho. Así entre desvelos y sobresaltos, cuando vino el cambio de sistema de impartición de justicia en Sinaloa, se preparó con una maestría en el Nuevo Sistema Penal Acusatorio.
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Sin dejar de ser policía, con la investidura de comandante, Héctor Luis Gutiérrez Cossío terminó otro postgrado, pero esta vez fue un doctorado en el Nuevo Sistema Penal Acusatorio. De pronto, entre pocos en México, se convirtió en policía con doctorado. Su esmero por prepararse no tiene límite, este modesto policía municipal está estudiando su segundo doctorado, ahora en Seguridad Pública y Ciencias Policiales.
Tiene bien claro lo que es el servicio. “El ser policía para mí es un orgullo, significa dar la vida por los demás. Es una gran satisfacción poner en función los conocimientos que adquieres durante tu adiestramiento, para poner en práctica y salir abantes en las diferentes situaciones que se dan en esta tan noble labor”.
Lo primero Que aprendió fue a cuidarse, para poder cuidar a la sociedad de Culiacán. Vestido de civil está más tranquilo, pero vestido de azul puede ser el blanco de ataques.
Porque “desde el momento en que nosotros nos ponemos el uniforme ya estamos en cierto nivel de riesgo, ya tenemos que tener un nivel de alerta, ya sea que estés actuando o no estés interviniendo en un hecho, siempre tienes que estar alerta”, dice precavido.
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Define su trabajo como: “la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir la ley. De estar siempre a disposición de lo que el ciudadano requiere”. Y de ese lado del ciudadano están las víctimas y también están los agresores, debe identificarlos al instante en cada intervención.
“Ser policía no es nada más ponerse un uniforme”, dice convencido. “Muchas personas piensan que es ponerse el uniforme e irse a trabajar. Se requiere de mucha preparación, y tienes que estar preparado desde atender una situación menor como ayudar a un niño, a una situación mayor como un enfrentamiento armado”.
Sepultar a un policía caído “Es un sentimiento que no se puede explicar”.
Se le preguntó cuáles han sido los momentos más difíciles que ha pasado como policía. Y ha respondido estar en el funeral.
“Muchos de los compañeros, de los que empezamos juntos, ya no están con nosotros. Muchos han perdido la vida, muchos la han perdido en el cumplimiento de su servicio. Muchos la han perdido por defender a otras personas. Son experiencias que hemos tenido y siempre van a estar en nuestro pensamiento”.
Las jornadas de trabajo de los policías no son congruentes con el resto de los trabajadores. “Este trabajo es muy exigente, en los tiempos difíciles tienes que estar al servicio de la ciudadanía. No puedes estar al servicio de la ciudadanía y ser el servidor de tu hogar, tienes que hacer una ponderación.
Siempre en los días difíciles, ya sea climatológicos, ya sea difíciles socialmente como esta temporada de la pandemia, pues casi nos resulta imposible estar atendiendo los quehaceres del hogar”, dice el comandante Cossío, al que no le asignaron cuarentena por el Covid, porque tampoco la delincuencia se ha detenido de hacer el mal.
Se le preguntó el significado de hijo. “Mis hijos lo son todo en la vida, como la mayoría de los padres, creo yo. Damos todo por ellos y por ellos tratamos de salir adelante constantemente”.
Se le preguntó que significa esposa. “Mi esposa es lo mejor que me ha pasado, la amo, le digo desde aquí. Y gracias por el apoyo que ella me ha dado en mi labor de 23 años. Muchas satisfacciones, muchas superaciones”.
Ser policía ofrece intereses cruzados. “La policía da muchas satisfacciones, da muchas preocupaciones también, pero las satisfacciones son mayores, la satisfacción de ayudar a una persona que está en riesgo su vida. La satisfacción de poder aplicar los conocimientos adquiridos durante esta trayectoria para hacer las cosas lo mejor posible y salir adelante todos”, dice con entusiasmo.
En la corporación Héctor Luis Gutiérrez Cossío tiene grado de oficial, pero, aunque pocos lo saben, es el policía con doctorado que patrulla las calles de Culiacán.
Con todos sus grados, afirma con humildad: “Ser policía, es un honor”.
Imagen: Christian López