Demian Bichir y los atardeceres de Altata

La película ya está en cartelera desde ayer y permanecerá algunas semanas. No soy experto en crítica de cine, pero me quedó claro al verla que es un cine de arte...

Por: Miguel Calderón

Columna: Reflexiones de un aspirante a buen vecino. Por Miguel Calderón.

“Tomé una foto, la mandé ampliar y la enmarqué para conservarla en mi corazón siempre”, dijo Demian Bichir sobre un cuadro que cuelga a sus espaldas mientras le daba las gracias a la gente de Altata por su hospitalidad y expresaba su admiración al atardecer que capturó en la foto a la que hace referencia.

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Este mensaje, del segundo actor mexicano en la historia en ser nominado al Óscar a "Mejor actor", se dio en un evento tipo premier que organizó la Promotora Turística de la Bahía de Altata en el que se proyectó en el malecón del puerto la película Mar de Fondo, filmada durante el año pasado.

La industria cinematográfica en el mundo compite en diferentes categorías, siendo las principales la popularidad en taquilla y los lugares preferidos para la realización de los largometrajes.

De acuerdo con una publicación de la revista Forbes sobre el número de boletos de cine vendidos durante 2018 el país donde más acudieron al mismo fue: la India con 1,978 millones de tickets expendidos, seguido de China con 1,749, Estados Unidos con 1,206 millones y México con 332 millones.

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La película ya está en cartelera desde ayer y permanecerá algunas semanas. No soy experto en crítica de cine, pero me quedó claro al verla que es un cine de arte en el que hay que seguir los diálogos, al mismo tiempo que los paisajes y el incesante sonido que producen las olas del mar.

En la última toma de este largometraje se observa a un Demian Bichir en su personaje que se aleja, en medio de la oscuridad arriba de su vehículo, tomando carretera, pero instalado en la perturbación de cuándo podrá regresar.

Esta secuencia me hizo recordar muchos de mis retornos volteando hacia el mar y añorando el regreso a este gran destino de los atardeceres inolvidables dignos de guardarlos para siempre en el corazón, como Demian lo hizo en ese cuadro a sus espaldas.