¿cuáles son las causas de estos siniestros? ¿Cuál es el origen? Descúbrelo en la siguiente reflexión.
Por: Dr. Xicoténcatl Vega Picos
Dr. Xicoténcatl Vega Picos
Las estadísticas no mienten: en México este año fue bueno en el tema de incendios forestales, afirmo esto por los datos oficiales de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). El tema de incendios forestales es preocupante porque ahora lo estamos asociando al cambio climático y a la contaminación del aire además del impacto ambiental que tiene en los diversos ecosistemas y las especies de flora y fauna que en ellos se encuentran.
El desglose de los datos indica que en todo el país se presentaron incendios forestales, algunos con mayor intensidad o con más hectareaje afectado. Un total de 5,701 incendios forestales impactan la geografía nacional, con una superficie aproximada de 357 mil hectáreas, de las cuales 335 mil fue del tipo de vegetación considerada como estrato herbáceo y arbustivo que correspondió al 94% de la superficie, el otro 6% es considerado como estrato arbóreo y equivale a un poco más de 21 mil hectáreas.
Aunque los datos y números aburren, para este caso es importante mencionarlos por lo significa en términos de conservación. Si estos datos los comparamos con el último lustro podemos decir que no nos fue tan mal.
El año con el mayor número de incendios fue el 2017 con 8,770 y 719 mil hectáreas siniestradas; le siguió en número de incendios el 2016 con 8,357 pero con una menor superficie con 271 mil hectáreas. En el 2019 se impactaron 633 mil hectáreas resultado de un poco más de 7 mil 300 incendios.
En el 2018 se reportaron 6 mil 922 incendios y poco más de 487 mil hectáreas. Resumiendo: entre el 2016 al 2020 en el país se reportaron 40 mil 871 incendios forestales con una superficie total de 2 millones 470 mil 687 hectáreas.
Ahora, ¿cuáles son las causas de estos siniestros? ¿Cuál es el origen? En el 2020 los datos de CONAFOR tristemente indican que la causa principal se atribuyó al hombre, va el desglose para que no se aburran: actividades agrícolas y/o ilícitas (se los dejo a su imaginación) con el 28 y 27% respectivamente, aquellos que no se pudieron determinar fueron el 13%, ni modo que se queden los que los ocasionan, si ese es el caso.
A las actividades pecuarias y las fogatas les correspondió el 9% a cada una, Aquellos irresponsables fumadores que no apagaron sus colillas les tenemos que recordar que se aseguren de apagarlas o mejor que no las arrojen por las ventanillas de los vehículos esto porque por esa acción ocurrieron el 5% de estos incendios.
Otros causales incluyen los ocasionados por los cazadores; quema de basureros; actividades productivas; residuos de aprovechamiento forestal; limpias de derecho de vía; transportes; festividades y rituales y las naturales.
Pero una cosa son los incendios y otra son las hectáreas impactadas, por lo que de las 357 mil 894 hectáreas siniestradas las tres primeras se desglosaron de la siguiente manera: causas desconocidas fueron 103 mil hectáreas aproximadamente, le siguen las actividades agrícolas con 96 mil 631 hectáreas y los cazadores, como el Nico, quemaron un poco más de 46 mil hectáreas.
Estas cifras indican una tendencia negativa de las actividades humanas en la destrucción de los bosques por los incendios.
Cabe aclarar que entre las causas conocidas se incluyen las de origen natural, pero estas forman parte de la misma naturaleza del arbolado, por ejemplo, se sabe que algunas especies de árboles requieren del fuego para que las semillas germinen.
En Sinaloa ¿cómo nos fue? Este año Sinaloa no se ubicó entre los primeros 10 estados afectados en número de incendios ni en hectáreas siniestradas. Esto es importante porque denota una coordinación, ya de por sí buena, entre CONAFOR y la Secretaría de Desarrollo Sustentable además de los municipios y otros actores involucrados, como lo pueden ser los ejidatarios, técnicos forestales, brigadas rurales, organizaciones de la sociedad civil, entre otras.
Hablando de números para Sinaloa, este año el acumulado de incendios fue de 23 siniestros que impactaron un total de 1,543 hectáreas. De este total 1,109 corresponden al estrato herbáceo y 419 hectáreas fueron estrato arbustivo y 15 hectáreas de arbóreos, concretamente de arbolado adulto.
Aún y cuando fue un excelente año en términos generales, no quiere decir que se tengan problemas con los incendios forestales, sobre todo si consideramos que muchas de sus causas tienen su origen antropogénico.
Ahora que recuerdo, hace algunos años se incluyó una nueva categoría: los “panaleros” que eran los que sacaban la miel de enjambres silvestres y usaban el humo de las fogatas para que nos los surtieran las abejas de piquetes y creo que les daban duro, porque era común que no las apagaran con el consecuente problema antes mencionado.
Sean panaleros, ganaderos, agricultores, cazadores, o cualquier actividad, incluyendo turistas o viajeros, lo mejor es que todos seamos cautos y cuidemos los bosques. Los bosques saludables nos proveen de un sinfín de servicios ambientales. Es algo que a todos nos conviene.
xicovegadirector@aaves.com.mx