Exitoso en las salas de belleza Sergio Navarrete no olvida el campo

Por: Jacqueline Sánchez Osuna

Sergio Navarrete se ha convertido en un referente en el mundo de la belleza en Navolato, después de muchos años continúa con su labor.

Corría el año de 1972 cuando el matrimonio conformado por Reynaldo Navarrete y Rosario Cuevas regresaron a Sinaloa procedentes de Michoacán.

El trabajo de don Reynaldo en el acarreo con su camión de carga, ya fuera caña, algodón o sorgo los obligó a asentarse en la sindicatura de Costa Rica, allá en la costa de Culiacán.

El trabajo para Reynaldo era escaso y con nueve hijos que mantener la situación se complicaba un poco más.

El ejemplo de sus padres

Con el afán de ayudar al sustento de la familia, la señora Rosario empezó a hacer donas azucaradas para vender. Los hijos mayores salían a ofrecerlas a sus vecinos, quienes se las compraban todas para ayudar a la familia y deleitarse con su rico sabor.

Al mejorar la situación, la pareja se mudó junto con su familia a Navolato. Ahí la economía era más próspera.

Cuando Rosario dio a luz a su décimo hijo lamentablemente perdió la vida. Dejó a su esposo con diez hijos en una situación crítica.

Además del dolor de perder a su esposa Reynaldo tuvo que tomar valor y determinación para sacar adelante a sus hijos.

Ellos tuvieron que dejar de lado el dolor y hacerse de fuerzas para seguir adelante. 

Sergio, el hijo mayor del matrimonio tan solo tenía 15 años y tuvo que dejar la escuela para ir a trabajar a los surcos de hortalizas.

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El inicio de la aventura

Como era lógico, apenas había dinero para comer, pero no para cortarle el cabello a tanto niño de la familia, por eso don Reynaldo echaba mano de donde podía para solucionar la situación. En una ocasión fue Sergio quien tomó a sus hermanos y empezó a cortarles el cabello con unas tijeras que encontró en su casa.

“Un buen día agarré a uno de mis hermanos y le corté el cabello, a como pude, como me imaginé que se debía hacer”, señala entre risas. Esa fue la primera vez que tuvo un encuentro con las tijeras. 

Un día, mientras trabajaba en el corte de tomate se le acercó un compañero y le pidió que le cortara el cabello como lo hacía con sus hermanos.“Llegó un compañero y me pidió que le cortara el cabello, la verdad que yo no quería pero insistió. Y se sentó en una cubeta y yo le corté el cabello, él fue mi primer cliente y todavía me quería pagar”, explica.

Y luego de ver lo que había hecho, el resto de los trabajadores del campo lo buscaban para lo mismo. Solamente le pagaban unos cuantos pesos, pero era un ingreso extra para la familia. Tenía 15 años y Sergio ya era un peluquero entre los campos.

Cortando cabello de casa en casa

Desde ese entonces le fue dando forma a su vida de peluquero. Cuenta que cuando iba con rumbo al trabajo a bordo de su bicicleta no faltaba quien le echara grito para pedirle un corte de cabello. Sergio se detenía e iba cortando cabello de casa en casa.

Las tijeras y el peine eran sus compañeros fieles. Tenía clientes de a montón. 

Cuando corría el año de 1985 vio cristalizarse uno de sus sueños. Emprendió la apertura de su primera estética. Sergio dejó los surcos y se dio paso en el mundo de la belleza.

Había dejado el trabajo rústico del campo para entrar al encuentro con el glamour, productos químicos, espejos con luces y luego hasta en pasarelas.

Con el paso de los años se ha especializado en estética femenina. Atiende a sus clientas que llegan para ponerse más bonitas. Algunas de ellas han sido concursantes de belleza de Navolato y aún de otros municipios o regiones.

Por su vasta experiencia ha participado como jurado en algunos concursos de belleza o pasarelas, donde su opinión resulta muy importante. Sin embargo, la sencillez es una de sus principales características. Con una franca sonrisa recibe a todos sus clientes.

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Continúa la tradición

Muchos de esos clientes son de los primeros a los que en el cerco, entre las tomateras, les cortó el cabello. Siguen buscándolo para que les “haga el pelo”.

Ahora llevan a sus hijos y hasta a sus nietos. Dice con entusiasmo.

Con orgullo a sus 60 años Sergio sigue muy entusiasta. Continúa cortando cabello, y cada día se especializa en las nuevas tendencias de la belleza. Con todos sus méritos acumulados, Sergio Navarrete es una institución en el mundo de la belleza en Navolato.

La pasión de Navarrete por hacer de la belleza su estilo de vida ha hecho que las mujeres del lugar sean las más hermosas de la región.  

Una de sus mayores satisfacciones es que a pesar de haber iniciado de una manera tan humilde, al día de hoy es considerado como un referente no solo en Navolato, sino en diversas partes México donde ha demostrado que lo más importante es ponerle pasión a lo que hace.

Con su empeño nos demuestra que en realidad no importa en dónde empieces, lo que importa es a dónde quieres llegar. En Navolato Sergio Navarrete ha llegado al éxito.

Visita: www.navolato.gob.mx