La violencia no forma parte de la naturaleza de las personas. Es necesario desnaturalizar la violencia para poder combatirla y vivir en armonía.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
La violencia no forma parte de la naturaleza de las personas. Es necesario desnaturalizar la violencia para poder combatirla y vivir en armonía.
La naturalización de la violencia es un término que ejemplifica la más cruel de las realidades. Acostumbrarse a aquellas acciones que enaltecen la agresión en todas formas y expresiones. Por lo que el reto como ciudadanía es desnaturalizar la violencia.
Aunque cuesta decirlo, la violencia ha ganado terreno en la sociedad. Se pueden encontrar muchos momentos en los que la agresión está presente. Las palabras altisonantes a la orden del día, las miradas desafiantes y despectivas de carro a carro en la calle.
La discriminación en los centros de trabajo, el zarandeo del padre al niño que está trabado por el berrinche. Algunos medios de comunicación y sus nuevas formas de obtener audiencia: sonidos e imágenes, entre más rojas mejor, “porque eso es lo que vende”, dicen los expertos del raiting.
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Pero no por que venda significa que es lo correcto.
Es tarea de todos como ciudadanos trabajar para lograr desnaturalizar la violencia.
La colombiana Beatriz Mejía Restrepo, miembro de la Fundación Grupo Internacional de Paz que fue invitada a México por el organismo Construyendo Espacios para la Paz. para disertar algunas conferencias sobre “Estrategias de prevención social de la Violencia”.
La experta asegura que es necesario que la ciudadanía haga su parte en este tema y que empiecen a trabajar por ellos mismos para desnaturalizarse de la violencia.
"Lo primero que se tiene que hacer es aceptar que se forma parte del problema. ¿Cómo?, es muy sencillo darte cuenta que formas parte del problema cuando ves de manera natural que hoy haya amanecido "solo" un muerto"
Y es que de acuerdo con Restrepo, este no es un problema exclusivo de la ciudadanía sinaloense. Sino que se vive en América Latina por lo que el reto es muy grande pero siempre se puede trabajar para disminuirlo.
"El reto que se tienen no solo en Sinaloa, sino en América Latina es grandísimo. Solamente diremos que podemos compararnos con países nórdicos cuando digamos que no hemos naturalizado la violencia pero efectivamente mas allá de que haya violencia impulsiva. Es como estamos naturalizando la violencia como estado el asunto violento", asegura la especialista.
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En este tema subjetivo se podría considerar que se está muy mal al ver de forma "natural" al menos un solo hecho violento.
"La ciudadanía ya ha naturalizado la violencia como parte de la cotidianeidad como forma de relacionarnos y conseguir muchas veces los objetivos. Entonces el reto es ayudar a desnaturalizar este problema social", insiste.
Sin embargo una situación en la que pone énfasis es en que no se puede conseguir de una sola manera ni de un día para otro, sino que es necesario que se realice un esfuerzo conjunto entre sociedad civil, estado, academia y tratar de entender que no se tiene que vivir igual siempre.
"Eso no es parte de lo que somos. No somos eso", señala la experta.
Además agregó que para lograr desnaturalizar la violencia es básico empezar por uno mismo, pero que debe realizarse con paciencia ya que es un tema de largo plazo y se tiene que pensar en la visión de cómo asumir esa situación y trabajar de forma personal y familiar para tener un avance significativo.