En su cuenta de Tik Tok tiene 2 Millones de likes, relata historias día con día la vida cotidiana de una chica ucraniana viviendo en Sinaloa.
Por: Mónica Peverell
En su cuenta de Tik Tok tiene 2 Millones de likes, relata historias día con día la vida cotidiana de una chica ucraniana viviendo en Sinaloa
La primera vez que vi a Marina en un video de tik tok me sorprendió ver a una chica joven, rubia, ojos azul aqua y con un acento extraño que caminaba por catedral de Culiacán; la curiosidad me convirtió inmediatamente en su nueva seguidora; escucharla me hacía prestarle bastante atención, la pronunciación de las “T” y las “R” sonaban con bastante énfasis y mi primera impresión fue como ¡Wow! una chica rusa viviendo Culiacán? ¿Qué hace aquí? ¿No le quemará el intenso calor de esta ciudad?.
No tenía idea de porqué personas de otros continentes con otros climas y otros estilos de vida totalmente distintos podía residir en el estado, pensaba también en el mal auge mediático que se le ha dado a nuestra ciudad y bueno, pensar en las respuestas de estas preguntas me explotaban la cabeza.
Su cuenta de Tik Tok @marina_niki2001 de ya casi con 150 mil seguidores y 2 Millones de likes, relatan historias día con día la vida cotidiana de una chica ucraniana viviendo en Sinaloa; así que fascinada con este hecho me di a la tarea de buscarla y tener una divertida conversación con ella, para saber un poquito más de su experiencia de vida, en cómo llegó a la ciudad y de cómo es ser una ucraniana culichi.
Marina relata que en 2015 la familia Nikitchenko ya tenía listos los papeles para emigrar a otro país, posiblemente a otro continente; pues la situación económica de Ucrania no favorecía para nada a su familia, por lo que a sus 14 años ella sabía que pronto tendría que mudarse a cualquier otro lugar fuera de su natal Ucrania.
Aunque los planes de sus padres lo anunciaban, nunca se imaginó que sería a otro continente, nunca pensó en México, mucho menos en Culiacán, Sinaloa. Me platica entre medio de en unas ligeras carcajadas.
Así que es en esta misma temporada cuando su papá, quien es músico, consigue un puesto de trabajo y emigra para ver si esto auxilia la complicada situación económica y saber si valdría la pena dejarlo todo y comenzar una nueva vida al otro lado del mundo.
En casa se queda Marina y su mamá, aunque al cabo de un año es su misma madre quien le asegura que en efecto, la mudanza ya es un hecho, y que se iría un mes para inspeccionar que todo fuera propicio para la nueva aventura, y así es como Marina se queda sola en su hogar durante un mes.
Es en 2016 cuando la chica de tan solo 15 años toma un largo travesía de 4 escalas junto a su madre quien volvió por ella, para emprender un viaje que le daría un giro tremendo a su vida…
Cuando Marina salió por fin del aeropuerto de Culiacán, lo primero que notó fue cómo su pecho se apretó, no podía respirar; en ese momento era junio por la noche, el calor húmedo de la ciudad y el escaso aire que circulaba la hicieron dudar por única vez quererse quedar tan sólo un día más en este lugar, pues en su país había invierno, no era fan de este clima tampoco pero nunca había sentido la sofocación en su cuerpo.
Al día siguiente Marina se dio cuenta de que podía sobrevivir y que de alguna forma se acostumbraría a este nuevo hábitat, que comenzar de cero es una oportunidad que a muy pocas personas se les da, y que la aprovecharía.
Marina terminó su educación preparatoria sin saber hablar español. Es en sus historias de redes sociales donde cuenta cómo fue atravesar por todo este proceso de adaptación, sin conocer cómo era la cultura, el idioma, las costumbres, la gastronomía donde hoy vive felizmente.
Han pasado ya 5 años desde que la chica ucraniana llegó a Culiacán, hoy tiene 20 años, su español es bastante fluido, cursa dos licenciaturas, una en Administración turística y otra en Educación del deporte, además practica gimnasia, cosa que hace desde antes de venir a México también está estudiando francés vía online y está próxima a recibir su nacionalidad mexicana, la cual espera con ansias ya que con ella podría calificar para competir como gimnasta en eventos de índole internacional representando a nuestro país.
Marina también dice que le encontró el gusto a la comida, que ama los tacos mucho más que las quesadillas, le encantan los chilaquiles, las tostadas, los diablitos y de vez en cuando se le ve comiendo algún que otro antojito sinaloense en sus historias de Instagram. Aunque también asegura que en casa siguen alimentándose como lo hacía en ucrania con avena, pastas, pan ucraniano y otras cosas más que conforman su platillos diarios.
Cuando le pregunté a Marina si al cabo de haber pasado tantos años en México ella quisiera regresar a su país, me sorprendió escuchar una respuesta tan sincera:
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“No quiero ir a Ucrania, no me gusta el clima de allá, cuando hace invierno siempre estaba enferma 24/7, me alegra en México no estar enferma, estoy feliz por esto, me encantaría visitar a mi familia y amigos, pero vivir, estoy segura de no querer hacerlo ya, diario lo entiendo más, diario me acostumbro más a México. Entiendo que esta cultura me gusta más que ucraniana, allá somos bastantes fríos y aquí son todos muy amables”. Escucharla me produjo una sensación armoniosa y satisfactoria, orgullosa de esta cultura, a pesar de lo que muchas veces se dice en los medios.
Marina cuenta que además de su familia ucraniana, conoce otras 3 o 4 familias más que residen en Culiacán por distintos motivos, que todos se ayudan entre ellos cuando necesitan algo.
Aunque la joven tiktoker reconoce que no sabe que le depara el destino, confiesa que quizá cuando termine sus estudios se mude a la ciudad de Guadalajara para dedicarse a la educación del deporte.
"Aunque en 5 años no sé qué voy a hacer con mi vida, si tengo las intenciones que irme a la ciudad de Guadalajara, quizá ahí me vaya como entrenadora de gimnasia, gimnasia rítmica o algo más, la verdad no tengo idea, lo que me haga feliz está bien, yo siempre he estado alegre y feliz entonces está bien lo que salga”.
Marina es una chica feliz, alegre y muy sincera que cuenta su vida a través de los recursos digitales y de vez en cuando relata las dificultades con los choques culturales, su contenido es entretenido y se ve a leguas que en su futuro encontrará maravillosas experiencias, que valdrá la pena todo lo que se está esforzando hoy en día. Hablar con ella resulta fácil es una chica abierta y muy divertida.
Redes sociales:
Tik tok: @marina_niki2001
INSTAGRAM: marina_nikitchenko
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