Sigue las recomendaciones y no sufras por el cambio de horario.
Por: Kenia Meza
Sigue las recomendaciones y no sufras por el cambio de horario
Se acerca el horario de invierno 2021. Y en octubre deberás atrasar una hora tu reloj. Sigue leyendo para que sepas cuándo hacerlo y que no te tome por sorpresa.
Con la llegada del equinoccio de otoño y el cambio de horario, los días se ‘oscurecerán más rápido’ ya que se tendrá menos tiempo de luz natural y parecerán más cortos.
Por tanto, te invitamos a que este cambio no te tome por sorpresa. A continuación te compartimos más detalles.
Cuándo es el horario de invierno en México
El horario de invierno comenzará el próximo 31 de octubre de 2021 y tendrá lugar en la madrugada del 31; es decir, a las 2:00 horas.
No debes olvidar que en esta ocasión deberás retrasar una hora tu reloj. Por lo que el 30 de octubre, antes de ir a dormir, deberás hacerlo para que el domingo despiertes con el nuevo horario.
Lee: ¿Cómo afecta el horario de verano a los niños?
Estados donde no cambia el horario
En la franja fronteriza con los Estados Unidos el horario de verano termina el primer domingo de noviembre a las 2:00 de la mañana.
En los estados de Sonora y Quintana Roo no se cambia el horario, ya que en estas zonas no hay ajustes.
https://tusbuenasnoticias.com/deporte-y-salud/5-consejos-para-afrontar-el-cambio-de-horario/
Recomendaciones para el cambio de horario
Especialistas señalan que las personas se adaptan al cambio en un periodo máximo de siete a 10 días, en los que se regula el estado de ánimo y los hábitos alimenticios.
Por lo que se recomienda evitar las siestas diurnas los primeros días para conciliar el sueño durante la noche; ajustar el reloj y seguir un horario regular para levantarse y acostarse.
Eventualmente, algunas personas pueden experimentar cansancio o cambios de humor durante los primeros días del cambio de horario, incluso, presentar cuadros de gastritis, colitis o úlcera gastrointestinal, debido a que el reloj biológico personal está adaptado a comer a cierta hora y, de no hacerlo, el aparato digestivo secreta jugos gástricos de manera excesiva.